Usted está aquí: miércoles 2 de mayo de 2007 Cultura ''La injusticia contra 2 marroquíes me movió a contar la historia''

Braulio García Jaén, Premio de Crónica Seix Barral 2007

''La injusticia contra 2 marroquíes me movió a contar la historia''

ARTURO JIMENEZ ENVIADO

Bogotá. El periodista español Braulio García Jaén es el ganador de la segunda edición del Premio de Crónica Seix Barral 2007, con un trabajo sobre la historia de Abderrazak Mounib y Ahmed Tommouhi, dos inmigrantes marroquíes encarcelados en España por violaciones sexuales que no cometieron.

Ahora, apoyado en los 20 mil dólares del galardón, García Jaén prosigue la investigación, que derivará en la publicación de un libro en la colección Crónicas Planeta/ Seix Barral, además de que propiciará una muy probable revisión judicial del caso.

El daño a los dos inmigrantes por dichas irregularidades judiciales españolas fue mayúsculo, pues mientras Mounib murió en la cárcel después de seis huelgas de hambre, Tommouhi logró su libertad condicional sólo después de haber pasado 15 años en prisión.

El anuncio del ganador, seleccionado de entre cinco finalistas, uno de ellos el mexicano Guillermo Osorno, por el trabajo Tengo que morir todas las noches, se dio como parte de las actividades de la 20 Feria Internacional del Libro de Bogotá.

El fallo del jurado, integrado por Joaquín Estefanía, Héctor Feliciano y Julio Villanueva Chang, destaca la capacidad de García Jaén para ''convertir un complejo y bastante ilegible caso judicial en una historia sobre la dignidad y la injusticia", pues el ganador ha seguido este caso durante dos años.

La mentira vale tanto como la verdad

Reportero de una estación de radio de su país, García Jaén dejó ese trabajo porque el periodismo que más le interesa es el que requiere de más tiempo y profundidad, aunque, como bien lo sabe, al principio no deje dinero.

Por ello García Jaén considera -en entrevista- que los medios de información debe-rían hacer más investigación, para que los periodistas no tengan que abandonar sus trabajos y buscar becas y premios para sobrevivir.

''Me gustaría que este tipo de proyectos se pudiera llevar a cabo en publicaciones periódicas. Lamentablemente es una cosa que sólo se puede hacer en algunos países, sobre todo del mundo anglosajón, donde te permiten incluso seguir un caso por entregas. En España es muy difícil, por no decir imposible."

-¿Hay en el periodismo hispanoamericano un imperio de lo inmediato, de lo diario, del noteo?

-Desde mi modesto punto de vista, hay gran dificultad material para comprobar y para verificar nada, con lo cual te tienes que limitar a exponer las diferentes versiones y protegerte con ello. Y creo que también es un problema de pereza de los periodistas.

-¿Cuáles fueron sus motivaciones principales en el caso de Mounib y Tommouhi?

-Una vez que encontré y conseguí el expediente del caso, advertí que había muchísimo más material del que habíamos conseguido sacar a la luz la compañera de El País con la que seguí el asunto, y yo. Vi que había ahí una gran historia, que se podía contar y leerse con pasión. También me movió una cierta rabia ver que desde hace 10 años se sabe que ellos son inocentes. Que se sabe, o por lo menos lo saben los que lo niegan, que el proceso que llevó a condenarlos debería avergonzar a cualquier estado de derecho.

''Esa rabia me va moviendo porque cada vez que alguien desde el Ministerio de Justicia (de España), desde el gobierno o desde la Judicatura se refiere a este caso, hablan de medias verdades. Algunos de ellos mienten y eso nunca tiene consecuencias. Eso es en parte también porque los periodistas nunca pedimos cuentas a nadie, exponemos la versión del que dice la verdad y del que dice la mentira como si tuvieran el mismo valor."

¿Un caso de discriminación?

-¿Cuál es el trasfondo de este caso, es un problema de discriminación contra los dos ciudadanos marroquíes?

-No lo creo tanto. Es verdad que una vez que se ha conocido el error es difícil imaginar que si hubieran sido españoles no se habría dado otra solución, por los dos lados: por la discriminación y por la indefensión en la que vive Ahmed, porque el otro ya murió. Y la indefensión es porque hablan muy mal la lengua castellana y eso les ha hecho imposible vincular su defensa con sus propios argumentos. Durante años ellos ni siquiera se podían comunicar correctamente con sus abogados.

''Al principio no fue tanto la discriminación, pero bueno, eso se trabajará más a fondo en el libro. Pero creo que (las autoridades) estaban convencidas de que hacían el bien y de que la palabra de las víctimas es sagrada. Parece que cuanto más escabroso es el delito, más ganas tenemos de que se resuelva o de que alguien pague por ello, sin importar que sea verdaderamente culpable.

''Es falso que todas las víctimas dijeran que eran ellos (los dos marroquíes) los culpables. En el momento en que algunas dijeron que sí eran ellos, pues fueron para adentro, y ya tenemos a los culpables, y ha sido un éxito policial y judicial."

García Jaén considera que podría concluir su trabajo en poco más de un año, aunque aclaró que ello también depende de las novedades que se vayan descubriendo en la investigación. ''Algunas ya las estamos tocando, se palpan, pero luego eso va a desencadenar un proceso judicial, quizá, esperemos".

El reportero recuerda además, como una especie de compromiso con sus futuros lectores, que entre los objetivos del Premio de Crónica Seix Barral es que no sólo se cuenten los hechos, sino que el relato sea atractivo.

 
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