Una madama hace temblar a Washington
Altos funcionarios temen que sus nombres salgan a la luz por los servicios sexuales de Jeane Palfrey
Nueva York, 1º de mayo. Hay una alerta de terror en Washington, pero la amenaza ahora no proviene de "terroristas" de Medio Oriente, ni de un loco con armas, sino de una mujer acusada de otorgar favores sexuales a cambio de dinero a funcionarios, militares, cabilderos y analistas, incluso un subsecretario de Estado, lo cual pone a temblar a los hombres de esta capital.
En las primeras horas después que Randall Tobias, subsecretario de Estado y director de la Agencia de Asistencia para el Desarrollo (USAID) -cuyo trabajo en la lucha contra el sida y el paludismo en Africa acababa de recibir elogios del presidente George W. Bush-, anunció su renuncia "efectiva de inmediato" a fines de la semana pasada, pocos sabían que era apenas el principio de un escándalo más en la capital.
Tobias renunció después que un reportero de ABC News le habló para preguntarle por qué el número de su celular privado aparecía en la lista de teléfonos de Deborah Jeane Palfrey. Ahora, muchos hombres más están aterrados porque serán identificados como clientes de un servicio de acompañamiento (escorts) manejado por Palfrey, quien entregó una lista de registros de llamadas telefónicas -un montón de documentos que pesa más de 20 kilos- a ABC News, la cual dice que contiene los números de "un economista del gobierno de Bush, el director de un think tank conservador, un destacado ejecutivo en jefe, varios cabilderos y algunos militares".
Palfrey, sometida a juicio por regentear prostitutas durante 13 años, insiste en que su negocio -Pamela Martin & Associates- era sólo un servicio de fantasía sexual. Tobias, el ex director de la USAID que, entre otras cosas, otorgaba asistencia internacional para la promoción de la abstinencia y la lucha contra la prostitución, admitió que usó los servicios de la empresa de escorts, pero sólo para "masajes". Los abogados de Palfrey buscarán obligarlo a presentarse como testigo en el juicio.
El proceso promete ser un gran espectáculo en Washington. Palfrey decidió entregar a ABC News los documentos de comunicación telefónica con los que se dice son hasta 15 mil clientes de su empresa, para que ese medio investigara e identificara a prominentes personajes que podrían ser llamados como testigos por la defensa. Esto es lo que provoca terror en la capital, mientras todos esperan la revelación del próximo nombre.
Los fiscales dicen tener como testigos a ex empleadas de la Madam DC, quienes afirmarán que eran prostitutas, y hombres que confesarán haber pagado para obtener sexo con las empleadas de Palfrey, descubiertos a lo largo de una investigación de tres años.
Pero la táctica de Palfrey de soltar las listas de comunicación telefónica con los clientes y presentar el caso ante los medios genera preocupación entre los fiscales, ya que se podría causar un daño fatal a muchas carreras y reputaciones cuando se divulgue que pagaban hasta 300 dólares la hora para sus aventuras sexuales... particularmente si están vinculados, como Tobias, al gobierno de Bush o a su Partido Republicano, que tanto ruido hacen sobre los "valores familiares" y sus posturas de "moralidad" ante el sexo.
Todo promete ser otro gran espectáculo en el gran teatro de Washington. Vale la pena apartar asientos.