Cada año, más infantes trabajan para ayudar a sus familias: STFE
Cada año un mayor número de niños se incorpora al mercado laboral para apoyarse a sí mismos y sus familias. El trabajo infantil se ha convertido en un fenómeno presente en todos los ámbitos de la economía formal y el ambulantaje, al ser la opción más viable para enfrentar el desempleo, la falta de oportunidades y la migración en que se encuentra inmerso el país.
En el 25 por ciento de los más de 200 mil casos de familias que solicitaron un permiso en la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo (STFE) durante la actual década, para que sus hijos menores de 14 años laboraran en autoservicios, restaurantes o deportivos, son los pequeños quienes sostienen su hogar, dejando de lado sus sueños, sus juegos y, en algunos casos, sus estudios, aunque se encuentra "justificado" en el artículo 123 de la Constitución.
Sin embargo, existe un "mercado negro", donde cientos de niños ofrecen su mano de obra en el ambulantaje, donde venden desde dulces hasta productos pirata, cantan, bailan o hacen malabares en la calle o en los diferentes módulos de transporte, a cambio de unas cuantas monedas, con el riesgo de sufrir un accidente y cubriendo jornadas superiores a las 6 horas permitidas.
La subdirectora de Protección a Mujeres y Menores de la STFE, María Dolores Unzueta Reyes, explica que los casos de "abuso" laboral en la economía informal o formal, y la explotación de menores han existido siempre, pero ahora se toman "más en cuenta". Ello derivó en 1999 en la firma de un convenio entre las autoridades locales y las tiendas de autoservicio para proteger a menores empacadores.
Eso permitió a cerca de 12 mil niños por año incorporarse formalmente al mercado laboral, pero su número empezó a decrecer el año pasado, cuando solo 9 mil 69 obtuvieron el permiso respectivo, ante la incorporación a dicha actividad de adultos mayores. "No hemos resuelto el problema, sino que las plazas se han cerrado y muchos de ellos han buscado otra forma de ganarse la vida, principalmente, en la economía informal", acepta.
No se respetan los derechos de los niños
Dicha tendencia se mantiene en el primer trimestre del año con mil 745, sobresaliendo en ambos casos los niños, en una comparación de 6 por cada 10 casos, aunque todos deben acreditar que estudian y presentar un examen médico que avale su estado de salud, pues 40 por ciento de ellos carece de seguridad social, lo cual "nos obliga a vigilar que no se presenten abusos que los obliguen a realizar tareas ajenas al de empacador".
Reconoce que pese a este sistema de verificación y la firma de convenios con las tiendas de autoservicio y la propia Organización Internacional del Trabajo (OIT), "no existe un respeto total a los derechos de los niños, pues cada vez es mayor la demanda de trabajo de este sector, ante el estancamiento económico del país, que se refleja en el cierre de plazas para los adultos o migración, y la necesidad de las familias de salir adelante".
Cada año, el mercado infantil crece y lo seguirá haciendo, mientras el país no firme el convenio 138 de la OIT, que establece una edad mínima de 15 años para trabajar y no de 14, como actualmente sucede, pues implicaría modificar la Ley Federal del Trabajo, a lo cual las autoridades federales no están dispuestas. No obstante, confiamos en que los legisladores lo impulsen, tomando en cuenta la vulnerabilidad de este sector de la población y su falta de madurez para realizar tareas que no le corresponden.