Lara y Herrerías, dueños de algunas cartas de jugadores
Moisés Saba puede regresar como propietario del equipo Veracruz
La versión de que Moisés Saba volverá a ser propietario del Veracruz cobró fuerza ayer. Sin embargo, el empresario no sólo tendrá que negociar con el gobierno del estado, sino también con el promotor Guillermo Lara y Rafael Herrerías, ex dueño del club, porque son de su propiedad varias cartas de jugadores.
En 1995 el gobierno veracruzano vendió a Televisión Azteca a los Tiburones Rojos y fue entonces cuando Saba -accionista de la empresa- apareció como dueño del equipo.
Después de cuatro años -Veracruz volvió a cambiar de manos en 1999-, lo más recordado que hizo Saba fue que contrató al español José Mari Baquero y al guardameta colombiano René Higuita, y que dejó al equipo muy mal.
Ahora parece que regresa y, según una fuente del club, tendrá muchos problemas, porque las cartas de jugadores como Edgar Zapata, Mauricio Victorino, Oscar Razo, Tressor Moreno y Cesáreo Victorino pertenecen al promotor Guillermo Lara, mientras las de Jorge Bernal y Lucas Ayala, a Herrerías.
Es por eso que el avalúo que hicieron las autoridades de Veracruz, de 230 a 240 millones de pesos, parece excesivo. Una franquicia de Primera División vale entre 10 y 12 millones de dólares.
Pero lo que más le conviene al gobierno del estado es vender, porque buscar una alianza -como anunció el gobernador Fidel Herrera, el pasado 5 de abril- con Jesús Martínez, dueño del Pachuca, no fue nada atractivo.
Según nuestro informante, Martínez quería gratis al equipo.