Tiempo de Blues
Las otras Américas
Tradiciones africanas en América
Gospel y blues en el DF
Primera llamada
EL ETNOLOGO FRANCÉS Roger Bastide publicó, en los años 60, un estudio sobre el transitar de las culturas africanas -desde los tiempos de la esclavitud hasta nuestros días-, enfocado principalmente en el papel que desempeñaron las tradiciones religiosas y el folclor de las naciones de ese continente en el americano; su título: Las Américas negras (1).
EN ESTADOS UNIDOS, la permanencia de las tradiciones africanas es escasa. Ahí, el sincretismo religioso fue distinto del que se dio en América Latina y en el Caribe, donde las divinidades de aquel continente se identificaron con santos de la Iglesia católica (San Lázaro, con Babaluayé; Santa Bárbara, con Shangó; Jesucristo, con Obatalá, etcétera). En la América sajona, la referencia fueron, fundamentalmente, textos de la Biblia.
LA PROHIBICION A las tradiciones africanas, a sus lenguas, a sus bailes y cantos, a sus instrumentos tradicionales, hace que, en poco tiempo, los esclavos llegados a Estados Unidos utilizaran el inglés como lengua franca y que sus expresiones musicales estuvieran bajo la influencia de la música británica, francesa y española. De hecho, se dice que el primer blues cantado no fue en ninguna lengua africana, sino en inglés.
DE LOS ANTIGUOS espirituales -esos himnos religiosos europeos que, de alguna forma se le imponen a los esclavos-, Johnny Shines declaró en una ocasión: "Los blancos se preguntaban: ¿qué hay de malo con esta gente?, ¿qué es lo que cantan? No sabían que lo que realmente hacían era rezar, pues cada vez que abrían la boca lo que salía era una plegaria y de cada palabra, una historia."
Segunda llamada
EL FOLCLOR QUE el esclavo creó era de plantación, diferente del africano, el cual respondía a su nueva condición, y aunque la estructura solista-coro de tradición africana persiste, el segundo elemento adquiere mayor importancia en los cantos religiosos, y el blues continúa siendo el canto individual por excelencia. Son colectivos los cantos de trabajo y los de rebeldía, y la Biblia fue la inspiración para el movimiento protestante conocido como el Despertar los Espirituales Negros.
EXISTE UNA ANALOGIA entre las condiciones de esclavitud de los judíos en Egipto y su propia realidad. La esperanza en la liberación final -que estaba al otro lado del río Jordán-, así como los espirituales estaban cargados de simbolismo, y cada domingo en las iglesias negras las comunidades de afroamericanos encontraban alivio en una especie de terapia colectiva, mediante sus cantos, que acompañaban del palmoteo de pies y manos y de balanceos con la cabeza y el cuerpo (swing).
Willie Dixon dijo: "Crecí con el blues y los espirituales, pero después de que te levantas con todos los hechos de la vida -ya sabes-, los espirituales suenan algo falsos a veces; creo que esta fue la razón por la que tomé el blues, pues te daba la oportunidad de expresar tus sentimientos".
SIN EMBARGO, HAY comunidades de afroamericanos en Estados Unidos que, debido a su aislamiento, conservaron tradiciones muy cercanas a las de sus orígenes, en Carolina del Sur y Georgia como es el caso de los Gullahs (2), llamados así por su dialecto, basado en estructuras afroamericanas, combinadas con lenguas africanas, portugués e inglés colonial.
Tercera llamada
COMO COROLARIO DE lo anterior, viví dos experiencias conmovedoras, donde fui el único testigo. Estuve en medio de esa otra cultura, de ese otro país que habita y existe dentro de Estados Unidos: el afroamericano.
EN DICIEMBRE PASADO se presentaron dos grupos de gospel en el Festival Navideño de la Ciudad de México: las Gospel Leaders, integrado por extraordinarias solistas del mundo del blues y profesionales del gospel. El otro grupo fue el Gospel Peculiar Praise, compuesto por elementos de diversas iglesias, y cuya característica más importante es que conservan aún su carga religiosa: son lo que son, mujeres y hombres que viven intensamente sus creencias.
ASI, ANTES DE iniciar su primera presentación en el Teatro de la Ciudad se reunieron en un camerino para orar y dar gracias por la oportunidad de cantar por primera vez fuera de su país. Cuando fui a avisarles que ya se había dado la primera llamada, en el pasillo escuché gritos que me sorprendieron: al entrar al cuarto estaban en plena exaltación de sus cantos, incluso, una de las intérpretes había entrado en trance.
ALGUNAS MUJERES LLORABAN y los demás respondían con "¡aleluyas!" El grupo entero estaba en otro mundo, ese que pocas veces podemos presenciar, aquel que los afroamericanos de casi todo el continente conservan.
LA SEGUNDA EXPERIENCIA ocurrió después de su presentación en el ombligo el mundo: el Zócalo de la Ciudad de México, cuya carga espiritual fue por partida doble: la plaza pletórica y su público y el canto religioso de aquellos afroestadunidenses que permiten que el espíritu de los nuevos y los viejos dioses ancestrales descienda sobre ellos. El camerino de triplay retumbaba y todos, con lágrimas, agradecían haber estado ahí. Y, tomados de las manos, me transmitieron esa fuerza ancestral que los ha mantenido con la dignidad necesaria en las circunstancias tan adversas por las que han transitado. Amén.
(1) Publicado por Alianza Editorial, Madrid, 1969
(2) El origen de la palabra podría provenir de Angola o de Gola, pueblo localizado entre Sierra Leona y Liberia.