Los de Abajo
25 días de ayuno
La sala conciliar del ayuntamiento de Tarquinia, el centro más importante de la ciudad etrusca, al norte de Roma, esta tomada. Giovanni Leoni, de 49 años, y Pipo Gentili, de 68, llevan más de 25 días en huelga de hambre en protesta por la reconversión de una central de electricidad al uso del carbón. Es una batalla por la vida y por la defensa del territorio.
Amas de casa, estudiantes, profesionistas, niños y ciudadanos comunes, gente de movimientos y de diferentes filiaciones políticas se unen contra un proyecto que afecta la vida entera de la región, pues grupos de médicos y farmacéuticos han comprobado los severos daños a la salud que las partículas de carbón ocasionan al medio ambiente y al cuerpo humano, incluida, por supuesto, la muerte.
La lucha contra la reconverción de esta central al uso del carbón nació en 2000 y en este momento ha cobrado un nuevo vigor. Es una batalla difícil, explican en las instalaciones del también ocupado ayuntamiento de Civitavecchia, pues las obras están avanzadas, pero a pesar de esto hay un movimiento renovado que asume como bandera la democracia directa y participativa. "Que nadie decida por nosotros. Que no invadan nuestro territorio."
En estos siete años, con altas y bajas, la lucha ha evolucionado. En esta fase están participando familias enteras y por primera vez se cuenta con un grupo de especialistas en la salud que han aportado informes y diagnósticos con el fin de sensibilizar a la población. En principio es una lucha local de la región de Lazio, pero está vinculada a otras luchas que por la autodeterminación del territorio se están librando en toda Italia.
En Vicenza, norte de Italia, la población se organiza contra la extensión de una base militar estadunidense. En Val de Sosa, cerca de Torino, la batalla es contra la construcción de una vía para trenes de alta velocidad diseñada para el transporte de carga; mientras que en Aprilia un movimiento se opone a la construcción de una central de turbogás. Se trata, explican desde Civitavecchia, de diferentes luchas vinculadas mediante la "coordinadora nacional contra las grandes obras inútiles".
La defensa del derecho a la salud vinculado al territorio (la defensa del aire) se materializa en Tarquinia, en Civitavecchia, Viterbo y en otras ciudades de la región con diferentes expresiones de lucha, entre ellas las ocupaciones de los ayuntamientos y, de manera inusual en Italia, con una huelga de hambre iniciada desde principios de abril.
Acostados en un colchón, en medio de casas de campaña, mantas y pinturas sobre el movimiento, Giovanni y Pipo hablan sobre su decisión de recurrir al ayuno para presionar al gobierno a parar las obras de reconversión al carbón de la central Enel: "Nos sentimos traicionados por los políticos de izquierda que están en el gobierno y dan continuidad a las políticas de derecha. Por eso decidimos poner el cuerpo en esta lucha".
"Ahora puedo descansar. Otros hacen mi trabajo", dice la figura de la muerte en una manta que cuelga de las paredes de Tarquinia.