Protestas en Tallin contra el gobierno de Estonia
Derriban rebeldes chechenos un helicóptero militar ruso; 18 muertos
Ampliar la imagen Jóvenes rusos se manifiestan en Moscú contra la remoción en Tallin del monumento a los soldados soviéticos que liberaron Estonia de los nazis Foto: Ap
Moscú, 27 de abril. Los 18 ocupantes de un helicóptero militar ruso Mi-8 murieron hoy al estrellarse el aparato en la región de Shatoi, tras ser derribado por combatientes independentistas en el sur de la república federada de Chechenia, informó la agencia de noticias Interfax, que cita al mando militar ruso en el norte del Cáucaso.
La fuente dijo que ninguno de los soldados sobrevivió al accidente en el distrito checheno. Señaló que por el momento no se descarta que el helicóptero se estrellase por disparos efectuados desde tierra, aunque expertos del Ministerio de Defensa estudiarán si la causa fue una falla mecánico.
El helicóptero transportaba paracaidistas hacia el sur de Chechenia, donde el ejército ruso está llevando a cabo una operación contra un grupo insurgente, durante la cual han sido abatidos tres rebeldes.
En los combates también está involucrado -según fuentes rusas- el líder de los separatistas chechenos, Doku Umarov.
Los reportes indican que hubo un enfrentamiento armado en el área entre rebeldes y fuerzas rusas cuando cayó la nave, en que murieron los tres miembros de la tripulación y 15 miembros de las fuerzas especiales de información militar, cuando el helicóptero acudía en auxilio de otro aparato atacado previamente.
Tras dos guerras en los últimos 10 años, la situación en Chechenia se ha calmado un poco en los últimos tiempos. El Kremlin ha colocado en la república secesionista al polémico clan Kadyrov. El nuevo presidente, Ramsan Kadyrov, sostuvo recientemente que con su gobierno se ha convertido en "una de las regiones más pacíficas de Rusia".
En Tallin, capital de la república báltica de Estonia, un joven de 19 años murió y al menos 43 manifestantes y 12 policías resultaron heridos en enfrentamientos cuando manifestantes pro rusos protestaban por la retirada de un monumento en memoria de soldados de la ex Unión Soviética.
El presidente del Senado ruso, Oleg Mironov, pidió la ruptura de las relaciones diplomáticas con Estonia. "Las ofensas a los muertos, al monumento a los muertos de la Segunda Guerra Mundial, tienen que terminar", aseveró.
El traslado por el gobierno estonio del centro de la capital a la periferia provocó el enfado de Moscú, en lo que considera un monumento en memoria de quienes vencieron al fascismo durante la guerra, mientras que muchos estonios ven en él un recuerdo doloroso de casi 50 años de lo que consideran ocupación soviética.