Mataron en Bagdad a José Couso y a otro informador
Juez español acusa de asesinato a tres militares estadunidenses
Madrid, 27 de abril. Un juez español acusó hoy de "asesinato" a los tres militares estadunidenses que en 2003 dispararon contra el hotel de la prensa en Bagdad matando a un camarógrafo español.
"Los hechos pueden ser constitutivos de un delito contra la comunidad internacional y un delito de asesinato con alevosía", afirmó el juez Santiago Pedraz.
El juez de la Audiencia Nacional decidió así procesar por esos delitos al sargento Thomas Gibson, al capitán Philip Wolford y al teniente coronel Philip de Camp, responsables del tanque Abrams M1 que disparó contra el hotel Palestina, donde se encontraba el camarógrafo español José Couso, de la cadena de televisión Telecinco.
Además de Couso, en el ataque del 8 de abril de 2003 murió Tara Protsyuk, camarógrafo ucraniano de la agencia Reuters.
Frente a las alegaciones estadunidenses, el magistrado considera que "los imputados sabían y conocían que el hotel Palestina (como la zona en que se encontraba) estaba ocupado por población civil, sin que conste acreditada la existencia de amenaza alguna (francotirador o disparo)" para los soldados de Estados Unidos.
El juez Pedraz estima que, en esa situación, el disparo del tanque estadunidense contra el hotel Palestina "se constituiría como 'ataque, represalia o acto o amenazas de violencia con la finalidad de aterrorizar' a los periodistas", al recordar que ese mismo día también se produjeron ataques contra la televisora qatarí Al Jazeera.
Según la investigación del ejército estadunidense citada en 2004 por Reporteros sin Fronteras, los invasores consideran que "las fuerzas de la coalición no cometieron ninguna falta, ni negligencia".
Mientras, tres marines estadunidenses fallecieron el jueves en la provincia iraquí de Al Abar, anunció el ejército invasor en un comunicado, y con su muerte ascendió a 82 el número de efectivos militares que perecen en Irak en lo que va de abril.
A todo esto, la policía iraquí halló en Bagdad los cadáveres de 26 víctimas de la violencia, a pesar de las nuevas medidas de seguridad que rigen en la capital iraquí.