Precio de la tortilla, primera señal adversa: líderes y legisladores
Exigen renegociar capítulo agrario del TLC
Ampliar la imagen Venta de tortillas a bajo precio en el Distrito Federal Foto: Marco Peláez
Reunidos en el Senado de la República, dirigentes y legisladores del sector campesino hicieron un "enérgico llamado" a Felipe Calderón para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en su capítulo agropecuario y abandonar la política "asistencialista" basada en tratar de aprovechar, con fines electorales, los estímulos a productores de maíz, frijol y los demás que deberán enfrentar la apertura total.
En lugar de un programa para hacer frente a la apertura a las importaciones de granos del próximo año, el gobierno utiliza los programas sociales destinados al campo "para recaudar los votos de 2012", advirtió el presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Cruz López Aguilar.
Durante una reunión de la Comisión de Desarrollo Rural del Senado, que preside Heladio Ramírez, y del Frente Nacional de Legisladores para la Defensa del Campo, López Aguilar advirtió que "el desenfreno en el precio de la tortilla representa la primera señal inconveniente de muchas que vendrán", si no se renegocia el tratado comercial.
El dirigente de la CNC insistió en que hay "poderosas razones" para insistir en esa propuesta. A 15 años de la entrada en vigor del TLCAN, "no se cobraron los aranceles pactados y tampoco se respetaron los cupos de importación", ya que "nuestros socios comerciales se sirvieron con la cuchara grande y usaron la solvencia de sus tesorería para avasallarnos".
Resulta temerario, dijo, encargar el abasto alimentario de los mexicanos a las importaciones. Hizo notar que la CNC no firmó la segunda etapa del Convenio de Estabilización del Precio del Maíz y la Tortilla porque no se respetó lo convenido, y en el gobierno federal "nadie se acuerda de la reserva energética de maíz blanco para combatir la especulación".
Tampoco hay voluntad política para pagar el precio justo a los productores y se protegió a los grandes acaparadores cuando vendieron sus inventarios y no se eliminaron las ineficiencias de algunos eslabones de la cadena maíz-tortilla, no obstante que cuentan con los instrumentos y los presupuestos para modificar los altos precios.
Por su parte, Heladio Ramírez resaltó que urge una política de Estado que incluya las propuestas de los campesinos y sus organizaciones y que comience por una planeación del desarrollo.
"No se podrá salir de la bancarrota pregonando el éxito del TLCAN, sólo por las ganancias de 6 por ciento de los productores más grandes, los más productivos, los que exportan, mientras se ignora o se hacen cuentas alegres con el futuro de la mayoría de pequeños y medianos productores, agobiados hoy por las desigualdades, la pobreza y el abandono gubernamental".
Los legisladores cenecistas, recalcó, respaldan la demanda de renegociación del capítulo agropecuario del TLCAN y el dar prioridad a un programa de emergencia para enfrentar la apertura total de 2008. "El campo no se resigna a dejar en manos de la tecnocracia la planeación de su futuro".
A su vez, el diputado César Duarte Jáquez expresó que los compromisos para apoyar al agro no se pueden quedar en el papel.
A cinco años de la firma del Acuerdo Nacional para el Campo, el resultado es negativo, ya que la realidad que viven los campesinos no ha cambiado, añadió.