Aumentan ejecuciones perpetradas por Los Zetas, sicarios del cártel del Golfo

Los narcotraficantes trasladan su guerra interna a estados del centro

ALFREDO MENDEZ

La escalada de violencia y las ejecuciones registradas de manera reciente en la zona central del país obedecen en cierta medida a que el cártel del Golfo, por medio de su grupo de sicarios conocido como Los Zetas, busca tomar dominio de las plazas que actualmente son ocupadas por bandas contrarias, entre ellas la que encabeza Joaquín El Chapo Guzmán, líder del cártel de Sinaloa.

De acuerdo con fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR), al menos en los cinco meses recientes se tiene registro de que Ezequiel Cárdenas Guillén, Tony Tormenta, hermano del narcotraficante Osiel Cárdenas, ha intentado asentar su centro de operación en entidades como Querétaro, Hidalgo y Aguascalientes, lo que ha incrementado el número de ejecuciones en esas entidades en semanas recientes.

A su vez, el subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, Patricio Patiño, reveló ayer en conferencia de prensa que ''el pasado viernes 20 de abril la Procuraduría General de Justicia del estado de Querétaro, al dar cumplimiento a una orden de cateo obsequiada por un juez de la entidad, detuvo a Laura Liliana Yescas Maldonado, de 28 años de edad, y a Jesús Alberto Chapa Rodríguez, de 24, ambos originarios de Matamoros, Tamaulipas. ''Estas personas aceptaron que conocen y han convivido con varios miembros del cártel del Golfo, y que por estas mismas personas tenían conocimiento de que el domicilio ubicado en Sendero de la Alabanza número 18, fraccionamiento Milenio III, de Querétaro, estaba siendo acondicionado para que en el mismo se estableciera Ezequiel Cárdenas Guillén, líder de una célula de dicha agrupación delictiva'', puntualizó.

La semana pasada, el mismo funcionario de la SSP federal refirió -también en conferencia de prensa- que la violencia que se ha suscitado en muchas entidades, incluidos los estados donde antes no ocurrían ejecuciones, como Aguascalientes y Querétaro, tiene que ver con una ''guerra interna''.

Patiño indicó que ''las expresiones (de violencia) como las que vimos en Aguascalientes, y recientemente en Querétaro, se deben a que el narcotráfico, en el aspecto de narcomenudeo, ha ido tomando una expresión casi de naturalización en muchos estados. Hemos estado atacando estas estructuras y por eso la violencia que hemos visto''.

A su vez, las fuentes de la PGR consultadas ayer indicaron que las expresiones violentas en estados del centro de la República -que se reflejan en múltiples asesinatos- obedece en mayor medida a que Los Zetas han buscado abrir nuevas brechas para que el cártel del Golfo domine territorios que estaban en poder de organizaciones delictivas contrarias.

De hecho, tal como ocurrió recientemente en el caso de la residencia localizada en Querétaro -que fue acondicionada para que desde ahí operara el hermano de Osiel Cárdenas-, la Procuraduría General de la República tiene ubicados al menos otros cuatro inmuebles, localizados en los estados de Hidalgo, Aguascalientes y en el Distrito Federal, de los cuales también se tiene conocimiento de que son utilizados por capos ligados al cártel del Golfo.

Esas casas, según los funcionarios consultados, están acondicionadas con utensilios de alta tecnología a fin de que funcionen como verdaderos centros de espionaje y de almacenamiento de armas al servicio de Tony Tormenta.

En el inmueble de Querétaro se decomisaron 17 armas largas calibre .223; nueve armas cortas; 17 cargadores para arma larga; un cargador de pistola calibre 9 mm; 487 cartuchos cal .223; siete 9 mm, nueve radios, así como drogas.