Usted está aquí: lunes 23 de abril de 2007 Sociedad y Justicia Indígena peruano obtiene premio medioambiental

Julio Cusurichi protege ecosistemas de selva lluviosa

Indígena peruano obtiene premio medioambiental

Cinco galardonados más recibirán 125 mil dólares

Distinguidos, activistas de Irlanda, Islandia y Canadá

REUTERS

Los Angeles, 22 de abril. Un indígena peruano destaca entre los seis ganadores del premio ecológico Goldman por su defensa de bosques y pueblos aislados de la remota selva del este de Perú.

"Los ganadores del premio de este año han tenido éxito en el combate de algunos de los desafíos medioambientales más importantes que enfrentamos hoy" en el planeta, indicó Richard Goldman, fundador del Premio Medioambiental Goldman.

"Su compromiso, que implica enormes riesgos personales, nos inspira a pensar de forma más crítica sobre lo que la gente común puede hacer para generar una diferencia" en la defensa del medio ambiente, agregó Goldman, fundador de la correduría de seguros, con sede en San Francisco.

Cada ganador recibirá 125 mil dólares. Los premios, creados por una corporación de Goldman y su esposa, fueron entregados por primera vez en 1990.

Premios y premiados

En la remota Amazonia peruana, Julio Cusurichi Palacios defendió una reserva nacional y, con ello, protegió los delicados ecosistemas de la selva lluviosa y los derechos de los pueblos indígenas que viven en aislamiento involuntario, lejos de los devastadores efectos de la tala y la minería.

Por su parte, el agricultor irlandés Willie Corduff y un grupo de residentes y terratenientes locales de la pequeña comunidad de Rossport obligaron a la empresa Shell Oil a detener la construcción de un oleoducto en esas tierras, que además fue aprobado de manera ilegal.

En tanto, el empresario islandés Orri Vigfusson negoció la compra de derechos de pesca internacionales con gobiernos y empresas para ayudar a terminar con la destructiva captura comercial del salmón en la región del Atlántico Norte.

En esta edición del premio también fue galardonada Sophia Rabliauskas, de Canadá, quien trabajó en nombre de la Primera Nación del Río Poplar para proteger una porción del bosque boreal de Manitoba Hammerskjoeld Simwinga, de Zambia. La canadiense creó un programa de desarrollo comunitario sustentable que restauró exitosamente la vida salvaje en el norte del Valle Luangwa, donde la caza furtiva de especies salvajes había diezmado la población de elefantes y sumió a los campesinos en extrema pobreza.

Asimismo, Ts. Munkhbayar, de Mongolia, trabajó con el gobierno y organizaciones civiles para frenar las operaciones de diversas minas a lo largo de vías fluviales de su país.

El premio cobra más relevencia este año, debido a que el debate sobre el tema del calentamiento global ha cobrado mayor auge. De acuerdo con la ONU, en los próximos 50 años podrían inundarse diversas partes del mundo como consecuencia de este fenómeno.

 
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