Se impidieron las fusiones de Gruma con Agroinsa y de Ferromex con Ferrosur
Ganó la CFC 11 de 14 juicios de amparo en mercados de alto impacto
Las empresas deberán acatar resoluciones de la comisión y permitir sus investigaciones
La Comisión Federal de Competencia (CFC) ganó en la Suprema Corte de Justicia 11 de 14 juicios de amparo interpuestos por empresas como Gruma, Ferromex y Ferrosur, las cuales deberán acatar las resoluciones del órgano antimonopolios y permitir que continúe con sus investigaciones.
El comisionado presidente, Eduardo Pérez Motta, señaló que estos logros benefician de manera directa a los consumidores, a pesar de las limitaciones legales y económicas del organismo, ya que, dijo, la comisión se enfrenta a empresas ''que pueden dedicar buena parte de nuestro presupuesto anual a defender un solo caso''.
Señaló que los resultados obtenidos durante el primer trimestre de 2007 validan la actuación de la CFC a favor de los consumidores en diversos mercados como el de refrescos, lubricantes para autos, harina de maíz, gas licuado de petróleo (LP), contenidos audiovisuales, televisión por cable y telefonía celular.
''El Poder Judicial ha validado la actuación de la CFC en varios mercados de alto impacto sobre el bienestar de los consumidores mexicanos, en los que es indispensable resolver problemas de competencia para asegurar mejores precios y más opciones''. Sin embargo, los juicios más sobresalientes ganados por la CFC fueron los que sostuvo con Gruma y Ferromex.
Gruma presentó un amparo en contra de la resolución de la CFC, en la que prohibió la concentración con la también harinera Agroinsa de México, por lo que Gruma alegó que la ley Federal de Competencia Económica y su Reglamento eran inconstitucionales.
En respuesta, la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió negarle el amparo a Gruma y confirmó la constitucionalidad de siete artículos de la ley de competencia, por lo que se mantiene la prohibición para que Gruma y Agroinsa de México se fusionen y así evitar una concentración excesiva en el mercado de harina de maíz, usada en la producción de tortillas.
De haberse permitido esta concentración se habrían puesto en riesgo los intereses de los consumidores, debido a que podrían haberse presentado distorsiones en el mercado con repercusiones directas en el precio y abasto.
En el caso del Ferrocarril Mexicano (Ferromex) y Ferrosur el conflicto llegó hasta la Corte cuando la CFC determinó que no podían fusionarse, e intervino para evitar una acción conjunta, por lo que Ferromex interpuso un amparo en contra de la actuación del órgano antimonopolios.
El resultado fue adverso para las ferrocarrileras, debido a que el décimo sexto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Distrito Federal dio la razón a la CFC, y negó la suspensión definitiva a la empresa, por lo que la comisión continuará con la investigación sobre el desempeño de Ferromex y Ferrosur. Si encuentra que ambas empresas están acordando precios, dividiendo mercados o restringiendo la oferta, procederá a sancionarlas por haber cometido prácticas monopólicas absolutas.