Usted está aquí: lunes 23 de abril de 2007 Economía Es necesario incluir metas de empleo en las políticas macroeconómicas: OIT

Gobiernos de México, Brasil y Argentina deben intervenir con más vigor, afirma

Es necesario incluir metas de empleo en las políticas macroeconómicas: OIT

Sugiere a autoridades concentrarse en crear trabajo formal con seguridad social

JUAN ANTONIO ZUÑIGA

Frente al ''ambiente de poca confianza generado por una década de reformas fallidas'' en México, Brasil y Argentina, las políticas económicas y sociales deben concentrarse en la creación de empleo formal con cobertura de seguridad social, ''antes de reformar aquellos elementos de protección que podrían ser disfuncionales para el ajuste al cambio estructural'', señala un estudio de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT).

Difundido este abril por la Comisión Económica para América Latina (Cepal), el estudio da cuenta del bajo crecimiento económico en estos tres países a partir de las políticas de apertura y liberalización adoptadas, y de establecer como objetivo central la estabilidad de precios y la reducción del déficit fiscal.

Señala que la tasa media de crecimiento económico en México, Brasil y Argentina se redujo de casi dos dígitos entre 1960 y 1970 a 3, 3.2 y 2.5 por ciento, de 1990 a 2004, aun cuando aclara que ''si bien el crecimiento económico generalmente conduce a la creación de empleo, no basta por sí solo para garantizarla''.

El sesgo restrictivo de las políticas macroeconómicas, en particular la monetaria y la fiscal en México, afectó la creación de empleos. El gobierno decidió establecer metas de inflación, a las cuales se dedica el banco central, que concentra todas sus medidas en alcanzar ese objetivo. ''El empleo, en cambio, no es una meta política'', apunta, y precisa que aun cuando las medidas para reducir la inflación han sido satisfactorias, el precio fue elevado.

En el caso de la apertura comercial, en México el sector de la producción más afectado resultó el agrícola. Sustentado en fuentes nacionales e internacionales de información, el estudio de la OIT señala: ''El sector agrícola mexicano también acusó un impacto significativo de las importaciones, ya que en el periodo 1993-2002 perdió alrededor de un millón de puestos de trabajo debido a importaciones de cereales a bajo precio''.

Concluye que ''la apertura del mercado interno a los productos agrícolas estadunidenses, que son objeto de altos subsidios, tuvo efectos desastrosos sobre el empleo en el sector agrícola'' nacional.

Desalentadora, la política de atraer IED

Respecto la política de atraer inversión extranjera directa (IED) como ''instrumento clave de la estrategia de desarrollo hacia afuera, porque se estima que puede compensar la escasez de recursos financieros internos necesarios para modernizar y elevar la producción, facilitar la inserción en el mercado mundial y crear puestos de trabajo'', los resultados del mayor flujo de estos capitales en la generación de empleo, tanto en México como en Brasil y Argentina, ''fueron bastante desalentadores'', apunta el estudio de la OIT.

El análisis, coincidente con otros realizados por la Cepal, encontró que ''la mayor parte de la inversión extranjera no creó nuevas actividades productivas que fomentaran la contratación de más trabajadores''. Por el contrario, ''con frecuencia estuvo ligada a la restructuración de las empresas y se tradujo en medidas de racionalización que condujeron al despido de mano de obra. Como resultado, se crearon pocos activos de producción con potencial de crear empleo adicional''.

Este fenómeno, sobre el cual han alertado con frecuencia los especialistas del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, ''es evidente'', sostiene el estudio de la OIT, ''si se considera la mayor participación de las fusiones y adquisiciones en los flujos totales de la inversión extranjera directa hacia los tres países estudiados. Como consecuencia de la apertura del mercado interno y la privatización, la mayor parte de la IED se destinó a los servicios''.

La absorción y compra de empresas, ya en operación, por el capital foráneo en México, alcanza 40 por ciento de la inversión extranjera directa ingresada al país en los últimos seis años.

Ahora, cuando en México se inscribe una vez más la ''reforma laboral'' entre los propósitos centrales del ''cambio estructural'' desde el Congreso de la Unión, el estudio de la OIT advierte que ''el Consenso de Washington apoya con energía la reforma de la legislación laboral''. En particular, ''la flexibilización de las leyes que protegen a los trabajadores ante el despido y la reducción del costo de la mano de obra, son algunas de las reformas consideradas necesarias para el éxito del nuevo modelo económico''.

 
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