Es un ejemplo de cómo hacer ópera con pocos recursos, afirma Enrique Patrón
Triunfo de Tosca en su primera función en el Festival de San Luis
Fernando de la Mora retoma el papel de Cavaradossi luego de 20 años de no cantarlo
Ampliar la imagen La escenografía ideada por Ricardo Legorreta fue una solución para la falta de recursos, señaló el director Enrique Padrón de Rueda Foto: Crédito
San Luis Potosi, 21 de abril. Teatro lleno. Público de pie. Muchos aplausos. Tantos como caben en cuatro o cinco minutos. ¡Bravo! Auténtica la emoción, contagiosa. La soprano Olga Romanko al borde de las lágrimas, conmovida por la aclamación que recibe su interpretación de Tosca. Con el telón a su espalda, abre los brazos hacia la audiencia. Noche triunfal.
Culmina así la primera función de la ópera de Giacomo Puchini en el Teatro de la Paz, con Enrique Patrón de Rueda como director concertador y el tenor Fernando de la Mora en el papel de Mario Cavaradossi, coprotagonista de la historia.
A más de cien años de su estreno (enero, 1900), Tosca sigue refrendándose no sólo como una de las obras más importantes del repertorio sino -lo señaló el crítico Juan Arturo Brennan en una charla previa al respecto- como "una de las más queridas por el público".
Como cada montaje, este tuvo sus singularidades. La primera es que se trata de una producción local, de la Secretaría de Cultura, ex profeso para la séptima edición del Festival de San Luis. El hecho -lo hizo notar Patrón de Rueda en charla con la prensa- resulta extraordinario en tiempos en que cada vez menos recursos públicos se destinan a la cultura. También es sintomático -añadió el director- del intenso movimiento musical que se está dando en distintas ciudades del país, "mucho más que en el Distrito Federal, hay una gran inquietud y un público que demanda cada vez más".
Otra singularidad, fue la escenografía, diseñada por el arquitecto Ricardo Legorreta. Consistente en un módulo en forma de bóveda que se adapta a los requerimientos de cada uno de los tres actos de la obra. "Es una solución -elogió Patrón de Rueda- maravillosa para las carencias de presupuesto que existen en los teatros ahora; una escenografía realista habría salido carísima. Es un ejemplo de cómo hacer ópera con imaginación, buenas voces y talento local".
En ese sentido, Patrón recriminó la indiferencia de las autoridades culturales federales a este tipo de esfuerzos: "Ojalá la persona que maneja la cultura del país (Sergio Vela) venga, vea y dé un espaldarazo a lo que se está haciendo fuera del Distrito Federal".
Por lo que toca a los cantantes que interpretan a los personajes centrales -Tosca y Cavaradossi-, se dio una circunstancia contrastante entre Olga Romanko y Fernando de la Mora. La soprano ha interpretado a Tosca más de cien veces en los más importantes escenarios de Europa. Conoce a fondo al personaje que, no obstante, siempre conserva algo de enigmático, sobre todo cuando tiene que conciliar su propia idea de Tosca con la del director concertante en turno: "Es una mujer que reúne una serie de características que lo hacen muy interesante: Es celosa, apasionada y tiene una profunda religiosidad".
En cambio, Fernando de la Mora no había protagonizado a Cavaradossi desde hace 20 años, cuando hizo su debut en el teatro del Palacio de Bellas Artes: "Para mí es muy significativo volver a cantarlo y creo que es el más bello personaje para un tenor dentro del estilo verista; en tiempo real canta sólo media hora, pero canta las partes más bellas de la obra y dos de las arias más conocidas del repertorio; había dejado de hacerlo porque sentí que me iba a impedir el desarrollo de mi voz para un repertorio más amplio".
Sobre el escenario, el contraste de la relación de Romanko y De la Mora con sus respectivos personajes pareció trabajar a favor de la obra. El público y la crítica mexicanos saben largo rato del prestigio y las capacidades de De la Mora. Pero en San Luis, la soprano rusa radicada en Italia dejó notoriamente impresionado al público, no sólo por el "glorioso instrumento de su voz" -el calificativo es de De la Mora- si no por su talento histriónico, su sensibilidad y la intensidad que imprimió a su actuación.
La dirección escénica correspondió a César Piña. La parte orquestal y el acompañamiento fueron de la Sinfónica y el Coro de San Luis Potosí, y el Coro del Instituto de los niños cantores del estado. Olga Romanko se mostró sorprendida de que una ciudad pequeña como San Luis Potosí tenga su propia sinfónica, cuando eso no ocurre ni siquiera en varias grandes ciudades de Italia.
En pocas palabras, Tosca, cuyo libreto es de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica, cuenta la historia trágica -basada en un drama de Victoreen Sardou- de un pintor romano que decide proteger a un amigo, perseguido político, que ha escapado de la cárcel. Esto no sólo le causa problemas con la celosa Tosca sino con la policía y las autoridades de Roma. La propuesta musical y la trama en sí generaron una gran cantidad de críticas y descalificaciones tras el estreno de la ópera. Juan Arturo Brennan enumeró algunas en su charla sobre el tema: La obra "personifica la decadencia de la música italiana, banal como música de café, torpe y en ocasiones inconexa, un arte maligno".
Un siglo después, Tosca sigue triunfando, como anoche en el Teatro de la Paz.