Acusan a Víctor Flores de hostigamiento y represión
Ferrocarrileros de Veracruz exigen reconocimiento a la directiva local
En protesta por el "hostigamiento" que el Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM), en conjunto con la empresa Ferrosur, ha emprendido contra la dirigencia local, agremiados de la sección 20 tomaron de manera pacífica las instalaciones del gremio en Orizaba, Veracruz.
En entrevista, los inconformes detallaron que todo comenzó luego de las elecciones sindicales de agosto pasado, en las cuales la base trabajadora religió a Carlos Manuel López Arenas como secretario general de dicha sección, con una cifra superior a "76 por ciento" de los votos.
Puntualizaron que el "candidato del dirigente nacional del STFRM, Víctor Flores, era Ermilo Merino Bello", por lo cual ante la derrota en las urnas comenzó a "patrocinar a los perdedores, subsidiándolos económicamente, y en colusión con la empresa ha aplicado medidas represivas en contra de López Arenas, como tenerlo sin salario desde diciembre de 2006, mientras que a nosotros nos niegan derechos que están contemplados en el contrato colectivo de trabajo".
Los trabajadores locales exigen que la dirigencia nacional "reconozca" a cabalidad el triunfo de López Arenas y cese las prácticas de "represión".
"Tomamos las instalaciones desde el viernes a las 10 de la mañana y ahora se han presentado en la ciudad miembros del Comité Ejecutivo Nacional, entre ellos José Raúl García Zamudio -del Consejo de Integración Laboral-, Antonio Pérez Estrada -representante nacional por la rama de vías (mantenimiento de vías) y Ausencio Cifuentes Victorino -de la rama de trenes-, quienes aseguraron que los que perdieron la elección son los del grupo de López Arenas, lo cual es una mentira, aseguró Orlando Velasco Cabal, uno de los trabajadores inconformes.
Tras insistir en que quieren evitar un eventual enfrentamiento, Francisco Ramírez Contreras, Delfino Cruz Pérez, Gilberto Hernández Casas, Bonifacio González Romero, Mariano Morgan Santiago y José Joaquín Sánchez, entre otros, alertaron que los "personeros" de Víctor Flores pretenden "que caigamos en la provocación" e intentan causar "divisionismo, y todo esto está sancionado por los estatutos".
Los manifestantes insistieron en que no buscan el choque con los afines a Flores, quien suele valerse de "golpeadores" para arreglar sus asuntos, sino el "diálogo", el cual se estuvo "solicitando" continuamente a la dirigencia nacional del gremio, sin que hubiese hasta ahora respuesta alguna, por lo cual se "tuvo que llegar a la toma".
Ante esta circunstancia, recurrieron a la delegación estatal de la Secretaría del Trabajo, sin que hasta ahora haya algún tipo de apoyo, y también enviaron misivas a la Presidencia de la República en busca de solución, pero la respuesta de esa instancia fue que "debido a la apretada agenda del presidente Felipe Calderón le era imposible atenderlos personalmente" y los turnaron a la Procuraduría Federal de Defensa del Trabajo.