Estarían impedidas para obtener el grado de general por su condición de género
Diputados frenan dictamen que bloquea ascensos de mujeres en fuerzas armadas
La Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados corrigió una decisión adoptada por su similiar de Equidad y Género, que aprobó un dictamen para evitar que las mujeres puedan ascender de rango en el Ejército.
La segunda de estas comisiones presentó un dictamen en sentido negativo, echando por la borda reformas a las leyes Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos y de Ascensos y Recompensas de las mismas instituciones que permitían a las mujeres ascender hasta el grado de general.
El yerro de la Comisión de Equidad y Género -que aceptaba mantener el status quo en las fuerzas armadas- ocurrió hace dos semanas, cuando sus integrantes votaron en sentido negativo sin haber leído antes el contenido de la iniciativa.
La presidenta de dicha comisión, Maricela Contreras (PRD), reconoció el gazapo y aseguró que trataría de enmendarlo. El dictamen, que provenía de la 59 Legislatura, limita derechos, libertad de pensamiento e igualdad de oportunidades para mujeres que desean seguir la carrera militar.
Una vez que la comisión legislativa se vio impedida de resarcir el error, diputados perredistas y priístas de la Comisión de Defensa Nacional decidieron rechazar el contenido del dictamen y elaborar uno nuevo para garantizar los derechos de las mujeres que decidan continuar la carrera militar y obtener el grado de general.
El argumento molestó a legisladores del PAN, quienes no aceptan que una mujer pueda alcanzar ese grado militar y, por tanto, convertirse en eventuales secretarias de la Defensa Nacional. Los panistas han manifestado que rechazarán posibles modificaciones a las leyes citadas.
Con sello de mujer
El PRD presentó en la anterior legislatura la iniciativa, cuyo propósito era garantizar las oportunidades de mujeres y hombres dentro de las fuerzas armadas; no obstante, la bancada del PRI, a través de la diputada Diva Hadamira Gastélum, quien era entonces presidenta de la Comisión de Equidad y Genero, echó por tierra la propuesta elaborada inicialmente por la perredista Cristina Portillo.
La propuesta perredista postulaba que "las democracias fuertes se basan en el principio de que todos los ciudadanos, mujeres y hombres, tengan la posibilidad efectiva de participar en la sociedad política, económica y civil".
Señalaba que "no es legítimo ni democrático que existan limitaciones a los derechos de las mujeres que deseen seguir la carrera militar, y que la tardanza de incorporar a las mujeres a las fuerzas armadas resulta una clara muestra de que el ámbito militar todavía constituye un espacio reacio a la entrada de los derechos y libertades de una sociedad democrática.
"Sólo garantizando a la mujer su progresión en condiciones de igualdad con el hombre se logrará que ésta pueda alcanzar todos los grados militares en los distintos niveles de mando."
La respuesta a esos argumentos refiere que "la limitación de que las mujeres participen en la carrera militar encuadrada en las armas, como infantería, zapadores, caballería, artillería e ingenieros de combate, responde a la defensa de un bien invaluable dentro de toda sociedad, que es la integración familiar, dentro de la cual la mujer juega un papel importante".
Para el diputado del PRD Alfonso Suárez del Real, esa postura refleja el "desprecio y la exclusión que vive la mujer en las fuerzas armadas. La razón de retomar la propuesta de Cristina Portillo obedece a la necesidad de fortalecer nuestras instituciones a través de herramientas democráticas. La participación de las mujeres en cualquier actividad, y la posibilidad de que accedan a las mismas oportunidades que tienen los hombres dará mayor credibilidad al sector militar".
La entonces diputada Gastélum elaboró el dictamen en sentido negativo -que se desechará en las próximas semanas- con las siguientes apreciaciones sobre la mujer en el terreno militar:
Que las instalaciones no son "adecuadas y dignas" para las mujeres, porque no tendrían un espacio privado, además de que "las exigencias físicas que se requieren para realizar sus actividades excluyen a la mayoría de las mexicanas de la carrera militar". Además, señala que la maternidad y la lactancia dificultan su desempeño en situaciones operativas de combate al narcotráfico o la delincuencia organizada.
Otros impedimentos esgrimidos en el dictamen son que las mujeres desatenderían la educación de los hijos, con lo cual se fomentaría la desintegración familiar.