Explosivo aumento de la pena de muerte en Irak
La utilización de la pena de muerte en Irak ha aumentado desde que fue restablecida a mediados de 2004 y ahora se sitúa como el cuarto país en donde se realizan más ejecuciones en el mundo, dijo ayer Amnistía Internacional (AI). La organización de defensa de derechos humanos señaló en un informe que Irak sentenció a muerte a más de 270 personas desde que los estadunidenses devolvieron la soberanía a mediados de 2004. De ellos, al menos 100 han sido ejecutados hasta ahora.
"Irak figura ahora entre los países con las cifras más altas de ejecuciones en 2006. Solamente se registraron totales más altos en China, Irán y Pakistán", agregó AI. Entre los ejecutados están el derrocado presidente Saddam Hussein y tres de sus colaboradores más cercanos, quienes fueron condenados el año pasado por crímenes de lesa humanidad por su participación en decenas de muertes en la década de 1980.
Las penas de muerte se imponen con frecuencia después de juicios muy breves en que los acusados son mal representados, pocas veces pueden testificar y a menudo son torturados para realizar confesiones que son utilizadas en su contra.
Por otro lado, los 27 miembros de la Unión Europea mostraron hostilidad ante la posible "reinstalación" en su territorio de refugiados iraquíes alojados actualmente en Jordania, como desean la Comisión Europea y la ONU. Según Franco Frattini, comisario europeo de Seguridad, "un pequeño número de estados dijo que podrían recibir a una pequeña cantidad de refugiados vulnerables (mujeres y niños)".
Sólo "seis o siete estados", principalmente nórdicos, tienen políticas de reinstalación en pequeña escala, subrayó Frattini, quien quiere desarrollar una "política europea" sobre esta cuestión.