Buscan nuevos mercados ante la redución en la demanda de cocaína en EU

Disputas territoriales entre cárteles rivales generan violencia en el país

Preocupa a las fuerzas de seguridad poder de fuego de bandas de narcotraficantes

GUSTAVO CASTILLO GARCIA

La aparente reducción en el consumo de cocaína en Estados Unidos, pero sobre todo la recomposición de los liderazgos en el cártel del Golfo y la defensa de las zonas de influencia de cada capo ante la invasión de sus territorios por parte de sus rivales en el negocio de la droga, es lo que ha generado la creciente ola de violencia en la mayor parte del país, generando más de 700 homicidios dolosos relacionados con el crimen organizado, sostienen funcionarios del gabinete de Seguridad.

Los entrevistados refirieron que la información recopilada por distintas áreas del gobierno federal, considera que las ejecuciones no sólo se deben al "ajuste de cuentas" entre criminales y policías encubridores, o entre narcotraficantes, sino que forman parte de una estrategia que pretende desacreditar las operaciones policiacas y militares en todo el país.

Sin embargo, la principal preocupación, indicaron las fuentes, radica en el alto poder de fuego que tienen los cárteles, luego de que en Nuevo Laredo, Tamaulipas, se descubrió un arsenal compuesto por sofisticados rifles de asalto (P-90, capaces de atravesar varias capas de kevlar, material con el que se hacen los chalecos antibalas), ametralladoras que pueden ser utilizadas como defensa antiaérea por ser calibre 50, lanzagranadas y granadas de fragmentación y alta penetración.

De acuerdo con los datos proporcionados a La Jornada, un mayor uso de drogas sintéticas en Estados Unidos, provocó que las organizaciones mexicanas dedicadas principalmente al tráfico de mariguana y cocaína, vieran afectados sus mercados de distribución en ese país, por lo que el territorio mexicano -y en especial las principales ciudades y zonas turísticas-, se convirtió en botín de los cárteles para la venta de estupefacientes al menudeo.

Lo anterior, aunado al "descabezamiento" de los cárteles de Tijuana y del Golfo, provocó que su par de Sinaloa, tratara de apoderarse de territorios que servían de zonas de recepción y trasiego de cocaína que operaban las organizaciones de los hermanos Arellano Félix y Osiel Cárdenas, como son Zihuatanejo y Acapulco, en Guerrero, todo Veracruz, Tabasco, Campeche y Chiapas por ser frontera con Guatemala.

Pero, según los entrevistados, estas pugnas, también hicieron que los cárteles del Golfo y Tijuana trataran de apoderarse de las rutas de otras organizaciones. Así, los grupos que tradicionalmente operan sólo en el Pacífico, trataran de posicionarse en el Golfo de México.

La división

En medio de estas luchas, surgió una división en el cártel del Golfo a raíz de la extradición de Osiel Cárdenas a Estados Unidos, y en un bando quedaron Ezequiel Cárdenas, Tony Tormenta, y Eduardo Costilla Sánchez El Coss, y en el otro Heriberto Lazcano Lazcano El Lazca, quien constituyó -para Osiel Cárdenas- el grupo de sicarios conocidos como Los Zetas, que inicialmente estuvo integrado por desertores de la milicia mexicana, y que desde 2005, comenzó a integrar en sus filas a ex kaibiles guatemaltecos.

Los entrevistados, refirieron que parte de la explicación de la violencia que se ha presentado en la zona que va desde Quintana Roo hasta Tamaulipas, y de Chiapas a Michoacán, es que en la lucha por el liderazgo del cártel del Golfo, los encargados de cada "plaza" se dividieron y unos se sumaron a El Lazca, y otros a El Coss.

De allí -señalan- las ejecuciones en Veracruz y Guerrero, donde han aparecido además de videos en Internet mostrando ejecuciones, cadáveres de policías o narcotraficantes con mensajes de amenaza para Los Zetas o Gente Nueva, que en realidad son, los nombres con los que se identifica al brazo armado de cada grupo. Gente Nueva, pertenece a El Coss.

En ese contexto, los funcionarios precisaron que el cártel de Juárez ha mantenido "un bajo perfil", mientras que la gente de El Chapo Guzmán ha tratado de apoderarse tanto de las rutas de trasiego como de los puntos de distribución que tienen el cártel de los hermanos Arellano Félix, como el del Golfo (en sus dos facciones), y por ello la violencia se ha extendido desde Tamaulipas hasta Baja California.