Manifiestan su rechazo a renovar el acuerdo pues son los únicos sacrificados
El pacto para estabilizar el precio de la tortilla, lucro para especuladores: campesinos
Las organizaciones consideran que hay suficiente oferta de maíz blanco
Diversas organizaciones campesinas se pronunciaron en contra de la continuidad del pacto para fijar el precio de la tortilla, ya que sólo ha beneficiado a los especuladores y a las grandes industrias.
Asentaron que hay suficiente oferta de maíz blanco para estabilizar el precio del alimento, pero nuevamente son los harineros y otros industriales y comercializadores los que promueven la inestabilidad.
El pacto con el que el precio de la tortilla se estabilizaría en el territorio nacional -según estimaciones del gobierno federal- en 8.50 pesos el kilogramo concluirá el próximo día 30. Al momento de su firma -el pasado 18 de enero- se acordó que antes del término del plazo pactado, las 13 medidas anunciadas serían revisadas para analizar la viabilidad de su modificación o prórroga.
Ayer, el Congreso Agrario Permanente (CAP), la Central Campesina Cardenista (CCC) y la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA) consideraron que el pacto no resuelve el fondo del problema: apoyar a los agricultores, pequeños y grandes, con tierras de riego y temporal, para elevar la producción de maíz. "El maíz blanco ya tiene un precio real y está por encima de los 3 mil pesos la tonelada, ahora corresponde al gobierno estimular con mejores subsidios el incremento de la producción y actuar en contra de los especuladores y acaparadores", sostuvo el coordinador del CAP, Gerardo Sánchez.
Consideró que el secretario de Economía, Eduardo Sojo, "buscará un acuerdo de voluntades para prolongar la vigencia del pacto, pero no existen las condiciones óptimas. Los productores no pretendemos que los precios de la tortilla ni de ningún producto de la canasta básica se dispare, pero corresponde al gobierno actuar con responsabilidad y en esto todos tenemos que sacrificarnos, no sólo los campesinos". Insistió en que el gobierno debe invitar a los comercializadores y a los industriales de la harina de maíz y a los industriales, particularmente, para que sacrifiquen parte de sus ganancias.
También el Consejo Nacional Agropecuario se sumó a la propuesta de dar por concluido el pacto, pero bajo el argumento de que los cupos de importación de maíz cumplieron con el objetivo de ayudar a la estabilización del precio del grano. La Central Campesina Cardenista señaló que la mejor alternativa es impulsar un programa emergente de producción de maíz y evitar que los precios del grano se depriman.
En Sinaloa, asentó el dirigente de UNORCA, Olegario Carrillo Meza, la situación "está reventando", porque el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Alberto Cárdenas, no cumplió su palabra de que el precio por tonelada de maíz blanco sería de 2 mil 500 pesos y ahora los comercializadores pagan sólo 2 mil 200 pesos por tonelada. "No vemos interés del gobierno en dar salida a esta situación y pareciera que, como en otras ocasiones, espera que la situación se tense para actuar", dijo.
Mencionó que los agricultores están dispuestos a "llegar hasta las últimas consecuencias", porque quieren un precio de 2 mil 600 pesos la tonelada, pero Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (Aserca), dependiente de Sagarpa, está actuando de "manera lenta y burocrática".
El pasado 20 de marzo, el titular de Sagarpa, acompañado por el gobernador de Sinaloa, Jesús Aguilar Padilla, informó que la oferta de maíz blanco correspondiente al ciclo otoño-invierno 2006-07, sería de 4 millones 480 mil toneladas, de las cuales 4.5 millones las aportarían los agricultores de Sinaloa, por lo que "el precio de la tortilla tendría que bajar, debido a la buena oferta de maíz".
Allí, la directora de Aserca, Graciela Aguilar Antuñano, explicó que Sagarpa apoyaría con los costos de cabotaje, riesgos y fletes en la comercialización de dos millones de toneladas, para lo cual estimó un gasto de 3 mil 80 millones de pesos.