Luego del fuego verbal cruzado, las partes intentarán abrir un proceso de paz
Colombia y el ELN se disponen a iniciar en Cuba una decisiva ronda de diálogo
La Habana, 14 de abril. El gobierno colombiano y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se disponían a iniciar aquí en cualquier momento una decisiva ronda de diálogo, a pesar del fuego verbal que abrieron el fin de semana, con acusaciones y divergencias sobre el siguiente paso.
El alto comisionado para la paz colombiano, Luis Carlos Restrepo, se reuniría "en las próximas horas" con el jefe de la comitiva rebelde, Pablo Beltrán, dijo un comunicado oficial emitido en Bogotá el viernes por la noche.
Después de un retraso "logístico", Beltrán viajó en la víspera de Caracas a La Habana en un vuelo charter, fletado por el gobierno colombiano, indicó el informe.
Fuentes cercanas a la negociación dijeron a La Jornada que el avión llegó el pasado viernes por la noche y en el mismo aparato debían regresar a su país los cuatro integrantes de una comisión de la Iglesia católica, que estuvieron aquí en la semana para facilitar el encuentro Bogotá-ELN.
A primera hora de este sábado los obispos Fabián Marulanda, Jaime Prieto y Leonardo Gómez, y el cura Darío Echeverri, habían abandonado el hotel en que se alojaron.
Después de un año y cuatro meses de discusiones "exploratorias", las partes quedaron frente al compromiso de llegar a un "acuerdo base" que desemboque en un proceso de paz. Pero las diferencias estallaron al interpretar el próximo paso en forma antagónica: para el gobierno, se trata en primer lugar de un cese de hostilidades; para la guerrilla, de llegar a pactos sobre una agenda política y social.
"Confiamos en que el inicio de este nuevo encuentro tienda a consolidar el proceso que el gobierno ha defendido y sobre el cual está reclamando sinceridad, veracidad y confiabilidad", señaló Bogotá.
En declaración previa, Restrepo dijo: "El ELN tiene que tomar una decisión que es histórica, dar un paso adelante; y de pronto vemos algunas dudas en ellos (y) sienten temor que al declarar un cese de hostilidades entren en una dinámica irreversible que ya los lleve hacia la entrega de armas y la civilidad, pero de hecho eso es lo que queremos los colombianos. Entonces hay que acompañar al ELN y hacerle entender que es un buen momento".
Hoy, en un comunicado, el ELN acusó a Bogotá de tratar de "presionar" a la guerrilla para desmovilizarla y desarmarla, "sin tener que acordar soluciones a las causas que han generado y alimentan el conflicto".
Un entendimiento "debe ser resultado de la discusión de los temas de la agenda, la cual una vez acordada debe ser firmada en presencia de testigos internacionales", añadió. "Cuánto y en qué se pueda avanzar en el proceso de paz depende del gobierno y es éste el que tiene la última palabra si se continúa o se suspenden los diálogos".
A diferencia de anteriores encuentros, en los que tuvieron contactos con la prensa, Restrepo y los líderes rebeldes han permanecido esta vez aislados, pero beligerantes mediante comunicados que han subido el tono de la confrontación.