Usted está aquí: sábado 14 de abril de 2007 Opinión Dinero

Dinero

Enrique Galván Ochoa

Sondeo: el regreso de las vacaciones

¿Préstamo familiar, tarjeta de crédito, Montepío?

Importante papel de las cajas de ahorro

Ahora que regresamos de vacaciones, con el bolsillo bastante averiado, tenemos que hacer frente a los compromisos de la vida diaria: renta, luz, gas, colegiaturas, transporte. ¿A quién recurriría en caso de necesitar un préstamo de urgencia? Cincuenta y siete por ciento de personas cuya opinión sondeamos esta semana dijo que a un familiar o amigo, 22 por ciento haría un retiro de su tarjeta de crédito, 11 por ciento usaría la opción de un préstamo de la caja de ahorro de su empresa o sindicato, cuatro por ciento -con pena y todo- iría a hacer fila al Montepío y sólo uno por ciento recurriría a la voracidad de los usureros.

Metodología

Enviamos el cuestionario a 8 mil 650 miembros de nuestro Foro México. Hasta ayer viernes habíamos recibido respuesta de 30 por ciento. ¿Por qué no te inscribes en el foro? Haz que tu opinión cuente y se cuente. Es muy fácil. Al final de esta sección hay una liga que te llevará a la página principal de éste, y ahí hallarás el módulo de registro. Ya somos 11 mil 120, y la lista crece a diario.

Votos razonados

Si estuviera en situación de premura económica, por haberme excedido en los gastos de vacaciones (situación que evitaría al máximo), pediría un préstamo a algún familiar o amigo. Definitivamente no recurriría al uso de tarjetas de crédito, ya que solamente sirven para enriquecer aún más a los banqueros. Acudir a casas de empeño tampoco, y mucho menos a préstamos de cajas de ahorro de sindicatos.

Gabriela García Rodríguez/Minatitlán

Creo que un buen recurso es pedir un préstamo a la caja de ahorro de la empresa en que trabajas, porque a final de cuentas es tu dinero y te regresan aunque sea parte de los intereses que pagas.

Gerardo González/Iztapalapa

Definitivamente yo acudiría con un familiar o amigo. Generalmente ellos no cobran intereses, y si lo hacen prefiero pagárselos a ellos que a un banco. Lo que definitivamente no haría es recurrir a la tarjeta de crédito, ya que es un verdadero robo lo que cobran por intereses.

Ignacio Flores/Distrito Federal

Los sindicatos, a pesar de que es tu dinero, te lo jinetean. Son muy burocráticos y se portan como si te hicieran un favor (pregúntenle a Gordillo y sus secuaces del ISSSTE). No me quedaría otra más que ir al banco, ya que son los que más rápido te sueltan el dinero. Y a pagar lo más rápido que se pueda, para que mi alma no siguiera empeñada con ellos.

Gerardo A. Montero Reséndiz/México DF

Es poco probable que tenga que pedir un crédito, porque soy muy ordenada en mis gastos. Y después de la experiencia con la crisis bancaria que estalló el 19 de diciembre de 1994, tengo aversión hacia la banca. Sin embargo, si estuviera en esa situación preferiría pedir un crédito a mi sindicato. Soy trabajadora de la UAM-A.

Guadalupe Huerta/Distrito Federal

Mi respuesta a esta encuesta fue tarjeta de crédito; sin embargo, no tengo. Cuento con caja de ahorro en mi trabajo, pero es peor que la tarjeta. Entonces, ¿cuál es la solución en mi caso? No salir de vacaciones. No hay lana.

Jorge López Fuentes/Villahermosa

Trabajo en una cooperativa de ahorro y préstamo. Si tuviera necesidad ahí mismo pediría un préstamo, pues sólo me cobran 2 por ciento al mes. No cometería la tontería de irme de vacaciones sin tener los recursos suficientes. Mejor me iría a una playa artificial, aquí en la capital.

Yanet Quiroz Flores/Distrito Federal

Acudiría con mi hermana, quien por cierto maneja una caja de ahorro familiar, la cual ha beneficiado a todos los que en ella ahorramos. Los intereses que se generan, finalmente, son para beneficio de la familia. A un banco no acudiría, pues los banqueros son más usureros que los usureros.

Silvia Gallardo Sánchez/Ixtapaluca

La temporada de vacaciones es bonita, ya que se espera durante mucho tiempo y dura muy poco. En ocasiones tienes que empeñar hasta la jaula del perico, pero eso de los préstamos está muy canijo. Todos los prestamistas me recuerdan a la usurera de la película Nosotros los pobres. Trabajo en el gobierno federal y nos la ingeniamos para hacer tandas y cajas de ahorro para tener algo guardado a final de año. Los intereses son relativamente bajos: cinco por ciento mensual. Es aquí donde solicitamos préstamos, y nos ayudamos entre todos.

Maura Garnica A./Distrito Federal

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