Destinar recursos a educación, investigación y desarrollo, la solución, señala el rector
México vive en los "suburbios" del conocimiento, afirma De la Fuente
Debemos crear una red de universidades de "clase mundial" e importar estudiantes, propone
Ampliar la imagen El rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, entregó el doctorado honoris causa a siete personalidades del mundo académico, científico y cultural, entre ellas Nélida Piñón Foto: Cristina Rodríguez
El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente, aseguró que en un mundo globalizado donde la economía del conocimiento "no está al alcance" de países como México, ha llegado el momento de "encender la alarma" y preguntarnos si queremos seguir viviendo en los "suburbios" de la sociedad del conocimiento.
Muchas naciones, indicó, entre ellas México, "no tienen el capital humano necesario para competir con aquellos que activan y controlan la economía del conocimiento, que no es otra cosa que la capacidad de incorporar el saber a todos los sectores del aparato productivo, pero esos resortes no están a nuestro alcance".
En su mensaje, al encabezar la sesión extraordinaria del Consejo Universitario en la que se invistió a Leopoldo García- Colín, Juliana González, Ricardo Lagos, Ricardo Miledi, Nélida Piñón, Giovanni Sartori y Fernando Savater con el doctorado honoris causa, destacó que entre las asignaturas pendientes para insertar a México en el "concierto internacional" está el invertir, con visión de largo plazo, mayores recursos públicos y privados en educación, investigación y desarrollo, pues señaló que de acuerdo con datos del Banco Mundial, 20 por ciento de la población que "realmente vive en las sociedades del conocimiento controla 80 por ciento de la producción mundial".
Destacó que es necesaria la construcción de una red de universidades de "clase mundial" e incorporar la proporción de la población económicamente activa con estudios técnicos, licenciatura, especialización y doctorado, así como atraer a estudiantes de otros países para no sólo "exportar conocimiento, sino importarlo, evitar que los nuestros se vayan y no regresen, y tratar de repatriar a los que están fuera y puedan contribuir a los programas de innovación y desarrollo".
Sobre la globalización
Una de las consecuencias de la globalización, indicó, es la sociedad del conocimiento, que no es una "quimera ni una formulación abstracta", pues muchos países pueden dividirse entre los que han alcanzado un buen nivel medio de educación, y aquellos en los que sólo un pequeño segmento ha alcanzado un nivel aceptable. Esto explica, en buena medida, "por qué algunas naciones han logrado un desarrollo más equitativo y por qué en otras, el signo ominoso de nuestro tiempo es la desigualdad".
Señaló que mientras en países del norte de Europa la tasa de cobertura en educación superior supera 80 por ciento de la población entre 19 y 24 años, en América Latina el promedio es de 20 por ciento. En México ésta llega a 23 por ciento, pero sólo la han completado 13 por ciento de los jóvenes.
De la Fuente insistió en que en un mundo globalizado los conocimientos ya no sólo se generan y transmiten. "Hoy en día se registran, aplican, patentan, comercializan y exportan, pues la fuga de cerebros ha sido más costosa que la fuga de capitales, ahora la llaman 'importación de conocimientos', y todo eso es lo que ha permitido que algunas sociedades se incorporen y otras se marginen de una nueva modalidad de la economía: la del conocimiento".
Correspondió al ex presidente chileno Ricardo Lagos pronunciar las palabras de aceptación a nombre de todos los distinguidos, de cada uno de los cuales se presentó una extensa semblanza en video.
Dijo: "es un error, tanto moral como práctico, hacer creer que al terrorismo se le podrá derrotar por sus propias armas, al margen de la ley, que es lo que ocurre cuando la total sinrazón del terrorismo se opone a la similar sinrazón de una fuerza unilateral, inconsulta, desregulada, excesiva."
En este sentido, indicó, "uno de los fines del derecho es la paz, y a ese fin apuntan los órdenes jurídicos internos de cada Estado, los cuales luego de un largo proceso han logrado que el Estado monopolice el uso de la fuerza, en esa misma dirección debiéramos trabajar, tratándose del derecho internacional."
Acerca de la globalización, Lagos comentó que este concepto empequeñece cuando lo entendemos "sólo como un libre flujo del dinero, acaso de bienes y en muy poca medida de las personas.
"El ser humano debiera estar en el centro de nuestras demandas colectivas, pues, en último término, es para el ser humano que estamos aquí y es el centro de nuestros deberes."
Luego parafraseó a Octavio Paz, quien dijo en 1978 al recibir, precisamente, este reconocimiento universitario, "la solidaridad es la gran ausente de las sociedades contemporáneas.
"Nuestro deber es descubrirla y practicarla. La solidaridad -decía él- es el puente que se necesita tender entre libertad e igualdad, para que aquella, la libertad, no sea sacrificada en nombre de la igualdad, y para que la igualdad no sea inmolada en el altar de la libertad", concluyó Lagos.