Propicia Fonatur remate de terrenos, denuncia Greenpeace
Durante el sexenio foxista y en lo que va de éste, empresarios turísticos se han beneficiado con precios irrisorios para la adquisición de terrenos que posteriormente comercializan a precios exorbitantes, ya que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) cotizó el metro cuadrado entre 19 pesos en Ixtapa y 150 pesos en Cancún, denunció Greenpeace.
De acuerdo con información recabada mediante el IFAI, la organización encontró que Fonatur ha malbaratado numerosos terrenos de áreas costeras en Cancún, Quintana Roo; Ixtapa, Guerrero; Bahías de Huatulco, Oaxaca; Litibú, Nayarit; Vista Pelícanos, Ixtapa; San José del Cabo, Cabo San Lucas, Nopoló y Loreto, Baja California Sur.
Esta política comenzó con el sexenio de Vicente Fox y continúa en este gobierno, ya que se han encontrado precios promedio de 14 dólares el metro cuadrado en Cancún, de ocho dólares en San José del Cabo, 185 pesos en Loreto, 19 pesos en Ixtapa y siete pesos en Vista Pelícanos, Guerrero, este último caso se dio en el presente sexenio, lo que demuestra que esta grave práctica sigue ocurriendo. Estos precios están muy por debajo del valor catastral en esas zonas y, sobre todo, del valor comercial.
Por el remate de estas propiedades, Fonatur ha obtenido 7 mil 376 millones de pesos de 2000 a la fecha, cifra similar a la otorgada al Poder Legislativo en el presupuesto de egresos de la federación para el ejercicio fiscal de 2007, que es de 7 mil 458 millones de pesos. En los primeros tres meses de la presente administración, Fonatur ha obtenido más de 206 millones de pesos.
Alejandro Olivera, de la campaña de océanos de la organización, indicó que la mayoría de los terrenos vendidos en el Golfo de California son del proyecto Escalera Náutica o Mar de Cortés. Dijo que esta zona no debe convertirse en un desarrollo tipo Cancún, donde las transacciones millonarias benefician a particulares a costa de la destrucción de ecosistemas y extorsión a ejidatarios.
Fonatur luego se asocia para apoyar financieramente los proyectos, e incluso subsidia su mantenimiento. Se trata de un esquema donde los únicos favorecidos son los empresarios del sector turístico y las grandes constructoras, agregó Olivera.