La propuesta, para enfermos terminales cuya expectativa de vida sea menor a 6 meses
Presenta hoy el PRD iniciativa para legalizar la eutanasia
Senadores del sol azteca señalan que una comisión dictaminadora analizaría las solicitudes
La fracción del PRD en el Senado presenta hoy ante el pleno la iniciativa para legalizar la eutanasia en caso de enfermedades terminales, irreversibles e incurables, en los que exista certeza de muerte en un lapso no superior a seis meses.
La propuesta por la que se crea la ley general de terminación de tratamiento curativo y se reforma el artículo 312 del Código Penal Federal, será presentada hoy por el senador perredista Lázaro Mazón.
Es una iniciativa que regula la práctica de la eutanasia, a fin de que su práctica sea eficaz, y para ello determina "de manera puntual" las responsabilidades y derechos de aquellas personas que decidan optar por esa alternativa.
Esa práctica sólo podrá aplicarse en instituciones públicas del sector de seguridad social, previa aprobación de un comité nacional de bioética médica, creado y regulado por la Secretaría de Salud. Se requerirá, además, el consentimiento del paciente o de su tutor legal, en caso de menores de edad.
La reforma al artículo 312 del Código Penal Federal es para eliminar toda sanción a los médicos y otros profesionales de la salud que ayuden a morir a algún enfermo en fase terminal, con base en las disposiciones de la nueva ley.
En la exposición de motivos, los perredistas advierten que la intención al presentar esa iniciativa es garantizar el derecho de quienes padecen enfermedades incurables a decidir sobre el tratamiento a seguir.
"La determinación de cómo enfrentar la muerte adquiere una importancia decisiva para el enfermo en estado terminal, que sabe que no puede ser curado y que, por tanto, no está optando entre la muerte y muchos años de vida plena, sino entre morir en condiciones que él escoge o morir en poco tiempo, después de circunstancias dolorosas y que juzga indignas."
De ahí que "el derecho a vivir en forma digna, implica entonces el derecho de morir dignamente".
Por ello, se insiste en la exposición de motivos, el debate en torno a la legalización de la eutanasia tiene que darse al margen de discusiones teológicas o metafísicas, "y enfocarse en las condiciones propias del problema, con la que de hecho tiene que vivir el enfermo en fase terminal".
El debate, se insiste, generalmente termina enredado en prejuicios morales, religiosos o emocionales, sin cuestionar si la persona que padece una enfermedad crónica, terminal, que ya no le permite vivir plenamente, tiene el derecho a pedir ayuda para que se les aplique la eutanasia y evitar así el dolor intratable y la pérdida de facultades.
La discusión en torno a la eutanasia se ha dado mediante dos corrientes fundamentales: la que considera que la decisión de un ser humano en torno a continuar o concluir su vida "queda totalmente limitada a un ser divino y supremo. En la segunda posición, se discute el derecho inalienable de la vida del individuo, el pleno reconocimiento de su derecho sobre su cuerpo y su vida misma, para decidir, bajo ciertas circunstancias que atenten contra su dignidad, hasta qué punto vivir o dejar de hacerlo".
La iniciativa perredista, detalló el senador Mazón, parte de esta última corriente, y a partir de ella actualiza el marco normativo nacional. Se legaliza la eutanasia a partir de un diagnóstico certero de que se trata de un enfermo con una esperanza de vida menor a medio año, que padece dolores y malestares insoportables.
Para ello se crea una comisión dictaminadora, con facultades para analizar las solicitudes de eutanasia.