Debe incrementarse la recaudación en cuando menos 2% del PIB, consideran
Se tendrá reforma fiscal sólo si se eliminan regímenes especiales: expertos
La reforma fiscal que se apruebe debe garantizar un incremento en la recaudación de al menos 2 por ciento adicional del PIB y eliminar los tratamientos especiales porque de no contener estos dos principios sólo resultaría una nueva gran miscelánea, advirtieron especialistas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Descartaron que en la nueva discusión por la reforma fiscal se ponga sobre la mesa la ampliación del impuesto al valor agregado (IVA) en ningún sentido "gracias la maldición foxista, al pésimo tratamiento que se le dio al tema, la falta de información y explicaciones", lo que representa un problema para el país porque la tendencia mundial es gravar el consumo para poder brindar otros incentivos fiscales.
Durante su ponencia Perspectivas económicas para la economía mexicana 2007-2008, el profesor del (CIDE) Raúl Feliz Ortiz señaló que si este año se aprobara una reforma fiscal habría un impacto inflacionario de aproximadamente uno por ciento, pero también se podría elevar el coeficiente de inversión de la iniciativa privada.
Con una reforma fiscal bien hecha, dijo, se podría tener un crecimiento de producto interno bruto (PIB) de 5 por ciento satisfactorio para algunas décadas, y el sector privado invertiría alrededor de 60 mil millones de dólares adicionales a las cifras actuales "de hecho podría invertir más ahora pero no lo hace porque hay control monopólico privado y público, así que igual subinvierte Pemex, Telmex o Televisa".
Al participar en un encuentro con medios con la conferencia Consideraciones sobre la reforma fiscal en México, el también miembro del CIDE Fausto Hernández señaló que en el país el nivel promedio de recaudación por el impuesto al ingreso empresarial es de apenas 1.97 por ciento y el de impuesto al ingreso personal es de 3.23 por ciento mientras que el promedio entre los miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) es de 3.4 y 12.9 por ciento, respectivamente, por lo que apremió una reforma fiscal que le permita al país tener más recursos para que éstos se dediquen a la inversión y no al gasto corriente.
Dicha reforma puntualizó, deberá perseguir elementos fundamentales como el de tener un sistema impositivo más simple, equitativo y eficiente, pero también recaudar por lo menos 2 por ciento más en relación al Producto Interno Bruto (PIB) "no porque sea lo ideal sino que es bueno para empezar y si las modificaciones que se hagan los da entonces se podrá decir que hay reforma fiscal"