Usted está aquí: martes 10 de abril de 2007 Cultura Propuestas para romper reglas del establishment

Propuestas para romper reglas del establishment

Jorge Ricardo

El conservadurismo, las amenazas de autoridades y las quejas de los vecinos obligaron a cerrar, en 1992, a La Ultima Carcajada de la Cumbancha (LUCC), y un año después a El Bugambilia, dos centros culturales ya legendarios de la ciudad de México.

Abierto en 1987, en LUCC hicieron sus primeras tocadas grupos como Caifanes, Café Tacuba, La Castañeda, La Maldita Vecindad y Santa Sabina, recuerda su director, Eduardo Barajas. Presentaba, además, actos de danza, artes plásticas y teatro.

Ubicado en Perpetua 4, colonia San José Insurgentes, fue clausurado una veintena de veces, ''ya porque no teníamos permiso para vender cervezas, ya porque nos pedían un estacionamiento de unos 800 metros cuadrados y luego era que a alguna vecina le molestaba el ruido y los jóvenes que llenaban el lugar.

''Se confrontaban las iniciativas culturales con una tosudez de las autoridades y con una legislación obsoleta. Nos veían como bohemios y a la actividad cultural como un hobby'', agrega Barajas.

Desde ese tiempo, el problema era que no estaban incluidos ni en el Reglamento de Giros Mercantiles, Establecimientos y Eventos Públicos, ni en el de Reordenación Urbana y Uso de Suelo.

En 1991, cuando las autoridades lo cerraron porque no cumplía con ''requisitos administrativos", más de cien escritores e intelectuales protestaron mediante una carta, entre ellos, Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco, Olga Harmony, Vicente Leñero y Emmanuel Carballo.

Ubicado en Cuauhtémoc y Luz Saviñón, El Bugambilia fue abierto en 1988; por ahí pasaron, entre otros, Jaime López, Jesusa Rodríguez, Regina Orozco, Astrid Hadad y Cecilia Toussaint.

La primera clausura ocurrió en noviembre de ese año, porque la delegación Benito Juárez detectó ''actitudes contrarias a las buenas costumbres de la sociedad". También realizaba presentaciones de libros, discos, conciertos de rock, teatro y exposiciones para público heterosexual y homosexual. ''Tuvimos por lo menos una bronca cada año", dice el ex gerente del lugar, Roberto González Guzmán: ''Desde que era un lugar gay, hasta que hacía ruido o que no teníamos un estacionamiento. Al final nos desgastaron y cerramos".

Eduardo Barajas, a su vez, deplora la ''lejanía que existe entre los legisladores y la sociedad", que aún perdura.

El ex gerente de El Bugambilia agrega que no se trata de permitir o no la venta de cerveza, o por las molestias que pueda causar una discoteca, sino a que ''estos espacios corresponden a propuestas vanguardistas, de búsqueda, de jóvenes que están rompiendo las reglas del establishment".

Luego del cierre de LUCC, Barajas abrió Artería, en la avenida Acoxpa, en Villa Coapa.

Se inició con Betsy Pecanins y Ximena Giménez Cacho, después se presentaron Santa Sabina, Oscar Chávez y La Cuca. Sólo duró abierto dos meses.

''Las autoridades nos pedían un trato diferente, la licencia de funcionamiento tenía un precio que no podíamos pagar, los vecinos se quejaban del ruido". Sin embargo, actualmente Acoxpa está plagada de bares.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.