Ofensiva de disqueras contra piratas universitarios
En 2006 bajaron de Internet mil 300 millones de canciones; los intimidan con multas y juicios
Ampliar la imagen En las universidades estadunidenses más de la mitad de alumnos utilizan portales ilegales de música para descargar canciones, según las disqueras. ''Bajar música forma parte de la cultura estudiantil y de su identidad'', expresó uno de los piratas Foto: La Jornada
Washington, 9 de abril. Los estudiantes universitarios están en la mira de empresas discográficas de Estados Unidos, luego de que la Asociación de la Industria de la Grabación de ese país lanzara una gran ofensiva y multas para aquellos que han bajado música ilegalmente de Internet. El año pasado se copiaron mil 300 millones de canciones de forma ilegal desde las computadoras de las universidades, según informó esa organización.
Desde que surgieron los programas de intercambio de archivos del tipo p2p se multiplicó la piratería de música, con una fuerte presencia de los jóvenes, quienes ahora están en la mira de la industria discográfica. Ello ocasionó pérdidas millonarias para las disqueras, según la Asociación de la Industria de la Grabación (RIAA, por sus siglas en inglés), la agrupación que reúne a todos los representantes de ese sector. "Un robo es y seguirá siendo un robo, aunque sea online", argumentó el presidente del organismo, Cary Sherman, para justificar las medidas.
La asociación ya envió a las universidades más de 400 correos electrónicos en los que hace hincapié en la violación de los derechos de autor y pide que los mensajes sean renviados a los estudiantes implicados.
El contenido es bastante intimidatorio: se exige a los responsables pagar multas por valor de varios cientos de dólares, o de lo contrario enfrentar un juicio. Además, deben comprometerse a no volver a bajar canciones de sitios ilegales, porque serían demandados de inmediato.
"La gente cree que puede robar canciones de forma anónima. Pero no son tan anónimos como creen", afirma Sherman. La RIAA tiene especialistas que pueden detectar sin problemas cuál computadora descargó los temas. Y para las universidades es fácil saber de qué persona se trata, porque los estudiantes tienen que colocar su nombre de usuario y clave.
Los centros de estudio también pueden establecer sanciones a sus alumnos por bajar música de Internet. En la Universidad de California, dos alumnos fueron suspendidos un semestre, según señala The Washington Post.
Otras casas de estudios bloquean temporalmente el acceso a Internet de los estudiantes o los obligan a ver un video antipiratería. Como no todas las universidades cooperan, la RIAA publicó una ''lista negra'' de las 10 instituciones con la mayor cantidad de descargas ilegales, para aumentar la presión sobre ellas.
Kathleen, una estudiante de 22 años de Seattle, se quedó perpleja al enterarse de la suspensión. "La mayoría de los estudiantes saben que bajar música es ilegal y que pueden ser castigados. Pero no piensan en las consecuencias, porque no las hay. Sin embargo, una suspensión sí que es duro", afirma la alumna de literatura inglesa.
"Tengo problemas de conciencia con las descargas. Sé que la industria pierde mucho dinero. Pero al final la perspectiva de tener la canción es muy seductora", asegura.
Pero en opinión de Kathleen esto es sólo una parte de las causas por las que bajan canciones."Las posibilidades de ser realmente atrapado y castigado son consideradas muy bajas para la mayoría de estudiantes".
Es precisamente ahí donde la RIAA quiere apretar las clavijas. "Tenemos que ocuparnos de que las sanciones sean vistas como una amenaza real", explica Sherman.
La propia Kathleen ha descargado de Internet, según reconoce, más de 4 mil canciones. La industria musical cita investigaciones que señalan que más de la mitad de los estudiantes utilizan portales ilegales de música y que son responsables de una cuarta parte de todas las descargas de ese tipo.
"Bajar música forma parte de la cultura estudiantil y de su identidad", cree el estudiante de farmacia Steven, de 20 años y alumno de la Universidad de Howard en Washington DC. "La industria de la música exagera. Esto no es gran cosa, sólo un par de clicks con el ratón; las estrellas ganan de todos modos millones de dólares".