Potenciar telecomunicaciones, entre las metas de la administración de Evo Morales
Irreversible, la decisión de nacionalizar Entel, señala el gobierno de Bolivia
La Paz, 7 de abril. El gobierno boliviano, que preside Evo Morales, declaró el sábado "irrevisable" su decisión reciente de nacionalizar la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel), gestionada por la italiana Telecom.
La política del gobierno de La Paz, en línea con la nacionalización de los hidrocarburos de mayo de 2006 y la confiscación de una metalúrgica en enero, "es irrevisable", sentenció el vicepresidente Alvaro García.
La certidumbre del dignatario se registra tres días después que una comisión oficial integrada por destacados del Viceministerio de Telecomunicaciones y la Superintendencia del sector, a expensas de un decreto expedido el lunes por Morales, iniciaran un proceso de negociación con la administración italiana de Entel.
La expectativa oficial menos optimista apunta a que el Estado boliviano, actualmente poseedor de poco más de 46 por ciento de las acciones, alcance el control de al menos 51 por ciento del paquete.
Lo ideal, de acuerdo con el vicepresidente, es que el Estado recupere ciento por ciento de las acciones, "y la rentabilidad quedará en manos de los bolivianos para potenciar el sector de telecomunicaciones, ampliar a otros ámbitos y apoyar otro tipo de actividades productivas" en la nación sudamericana.
Desde el miércoles el gobierno boliviano y representantes de Euro-Telecom negocian la posibilidad de nacionalizar Entel, vía compra de acciones. El embajador italiano en La Paz, Silvio Mignano, pidió un marco público a las tratativas.
"Las negociaciones deben ser abiertas y públicas porque es un decreto oficial del gobierno boliviano, publicado en la gaceta oficial", demandó el diplomático.
"Esperamos que la solución sea la más cercana a la voluntad de la empresa italiana", expresó el embajador. Italia pidió que se realice sin presiones el proceso de nacionalización de telecomunicaciones.
La compañía italiana Stet, luego absorbida por Telecom, compró en 1996 51 por ciento de las acciones de Entel-Bolivia en 610 millones de dólares.
El restante 49 por ciento pertenece a los bolivianos a través de fondos de pensión y a los trabajadores de la empresa en una mínima parte.
El gobernante indígena ha expresado en varias ocasiones su decisión de revertir al dominio del Estado todas las empresas públicas, incluidas las estratégicas, privatizadas entre 1993 y 1997, durante el gobierno del liberal Gonzalo Sánchez de Lozada.
Bajo la administración italiana, Entel es una de las empresas de mejor desempeño en Bolivia, con un promedio de 40 millones de dólares de ganancias netas al año. Antes de su privatización era, junto a la empresa estatal de petróleos, la que mejores réditos reportaba al tesoro de esa nación andina.
La administración de Entel-Bolivia anunció en junio último su disposición de negociar la venta de la compañía, que ha masificado la telefonía celular, abierto una cobertura sin precedentes en el área rural e instalado conexiones por fibra óptica.