El Correo Ilustrado

Ex profesores de Villa de las Niñas se deslindan de acusaciones

Debido a las declaraciones en diferentes medios realizadas por la madre superiora Margie Cheong, encargada del internado Villa de las Niñas Chalco, donde responsabiliza a cuatro profesores por crear una supuesta "histeria colectiva", los mismos que suscribimos la presente, nos deslindamos y no aceptamos dicha responsabilidad, y por el contrario manifestamos que ésta corresponde a las autoridades administrativas y académicas de la institución, debido a la falta de atención adecuada para dar solución al problema de salud que existe.

Aclaramos que se nos exigió la renuncia por el simple hecho de haber expresado la preocupación por la salud y bienestar de las niñas y la comunidad en general; asimismo, pedíamos la intervención de alguna institución de salud pública. Nosotros firmamos una renuncia de común acuerdo, bajo el argumento de que la relación laboral ya no iba a ser saludable, lo cual aceptamos.

De acuerdo con lo expresado por la madre superiora hasta hoy nos enteramos que se nos despidió por ser los causantes de una "histeria colectiva" que está afectando a las niñas, lo cual negamos rotundamente, dado que esas acusaciones van en perjuicio de nuestra integridad y desarrollo profesional.

Exigimos que la madre superiora se retracte de las acusaciones emitidas en nuestra contra.

Finalmente aclaramos que las declaraciones realizadas por ex alumnas y alumnas de la institución no han sido provocadas, y mucho menos influenciadas, por nosotros.

Atentamente.

Ex profesores de Villa de las Niñas: Yeny Moreno G., Oscar Mateos D., Reyna Ochoa G. y Franco Orozco H.

En recuerdo de Armando Labra

A propósito de la total desgravación de los granos básicos a partir de 2008, según lo establecido en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, nos es grato recordar y rendirle un pequeño homenaje, a un año de su fallecimiento (5 de abril de 2006), a nuestro amigo, columnista jornalero y destacado economista universitario Armando Labra. Respecto al México rural y en relación con este tratado señalaba: "Hoy resulta urgente darle su campo al campo dentro de una política económica para establecer las bases de una política industrial articulada con el campo y los demás sectores de la economía..." Y agregaba: "Es hora de aprender para respondernos con rigor: ¿nos aporta el TLCAN al campo, o debemos renegociar? ¿Podemos proseguir sin integrar al campo con el resto del país? ¿Nos conviene seguir al garete económico? Cualquier no como respuesta amerita que nos pongamos a trabajar, pero ya."

Guillermo Portugal Vela

Elogio a las playas del DF

Unas en tono de guasa, otras de crítica, algunas llenas de escepticismo, las notas sobre las playas en el Distrito Federal han abundado en los medios. La curiosidad pudo más que el intento contagioso del vinagre. ¡Oh, sorpresa! Las mentadas arenas, tan traídas y llevadas, son únicamente parte de la propuesta de playa Villa Olímpica. El paquete ofrece agua para remojarse, arena para jugar, escenario playero de hamacas y palmeras para romper rutinas, pero también actividades como ajedrez, juegos de mesa, computadoras con Internet, cine, gokarts, juegos inflables, paseo en caballo. Es increíble la energía que se produjo este pasado viernes en este mar efervescente de personas. Quiero comentar que me llamó la atención el personal de la delegación Tlalpan que coordina el espacio. La alegría se contagia: unos, los usuarios, por la oportunidad, otros, los trabajadores, por proporcionarla. Conviven: se conectan.

El mismo día visité un centro comercial cercano. Ahí estaban otros que tampoco salieron en esa estampida alucinante que se produce cada año como si fuera manda. A diferencia de las risas a borbotones que se contagian en cada mirada cómplice de los playeros, los paseantes del centro comercial deambulaban, helado en mano para disimular, acumulando enojo ante la vista de todo lo que no pueden comprar.

En medio de tanta noticia desalentadora, la vista de esta gente, trabajando unos, disfrutando todos, me llena de esperanza. Ojalá los escribanos se den una vuelta por esa vida de la que hablan con tanta ligereza, y que se da, frecuentemente, lejos de sus escritorios.

Margarita Robleda Moguel, premio Nacional de Cuentos para Niños 1991, margarita_robleda@ yahoo.com

Reportan abusos laborales en el IEMS

En el Instituto de Educación Media Superior del DF, del que dependen las 16 preparatorias del GDF, se han realizado despidos masivos. El primero de marzo fue designado director general el licenciado Juventino Rodríguez Ramos (quien perdió la nominación del PRD a la jefatura delegacional de Tláhuac) y se informó a directores de área, subdirectores y jefes de departamento que sus contratos de honorarios concluían el 31 de marzo, cuando en realidad dichos contratos terminan el 31 de diciembre del presente año. Entendemos que los nuevos funcionarios deseen poner a sus amistades en los cargos que hemos venido ocupando desde hace siete, seis o cinco años que se inició este importante proyecto educativo, lamentablemente no se han respetado los procedimientos de contratación, dado que las personas que se contrataron no cumplen con los perfiles requeridos para los puestos, ni han sido evaluadas para ello.

El caso es que las nuevas autoridades se niegan rotundamente a liquidarnos, lo que implica una grave falta de respeto y la violación de una relación laboral autorizada por Oficialía Mayor del GDF, para los fundadores de este sistema de bachillerato, proyecto prioritario del anterior gobierno de la ciudad.

Es importante mencionar que los recursos para la contratación de nuevo personal, dicen las autoridades, los están tomando de las economías del instituto, pero la realidad es que provienen de las vacantes actuales de personal docente. Por ello solicitamos que se respeten nuestros derechos laborales conforme a la ley, y sobre todo que se respete el proyecto educativo, que es el sustento de las clases marginadas de la ciudad.

Atentamente.

Alicia Núñez, Refugio Mancilla, Marta E. Díaz, Juan José Balcázar, Lucero Caballero, Dafne Peña, Brenda Real, Edith Palomera, Genaro Suárez, Faustino Parrales, Manuel Cancino y Osvelia Valadez

Reflexiones sobre el traje de cristera

He observado con creciente preocupación que en el certamen Nuestra Belleza las señoritas representantes de los estados portan para el concurso de traje regional estrambóticos vestidos que alegremente califican como la vestimenta "típica" de su región; algunos están elaborados con frutos y semillas, otros con redes y peces y moluscos, y la más de las veces son centelleantes "recreaciones" de atuendos supuestamente mayas o aztecas lujosos, ignorando que el traje mexicano verdadero es todo lo opuesto.

Por múltiples razones -todas desafortunadas- en el país existe un alarmante desconocimiento de la cultura popular y por consecuencia de la extraordinaria indumentaria indígena, la que forma parte de nuestro extenso patrimonio cultural, el cual tenemos el deber de revalorizar, pues ha sido creado a través de siglos de tradición, ha sido enriquecido por otras influencias culturales y está provisto de una carga de simbolismos que nos hablan de la visión cosmogónica de las diversas etnias, que en sus comunidades, día a día elaboran y usan sus ropas como una forma de resistencia cultural y de afirmación del yo.

En la indumentaria tradicional difícilmente tiene cabida lo superfluo, pues estas prendas son el resultado de un largo proceso cultural; de ahí que seleccionar como representativo de la cultura y la tradición del país el traje de cristera que portará la representante de México en el concurso de marras me parece de supina ignorancia de lo que representa la larga tradición textil del atuendo mexicano.

Esta extraña mezcla, híbrido de china poblana, traje de baño y elementos religiosos enmarcados en el tema de las acciones de fanatismo de la guerra de los cristeros debe ser motivo de reflexión (lo dudo) para los organizadores de estos certámenes y para quienes no vacilan en utilizar a la ligera hechos que no tienen vínculo alguno, con la frivolidad y el vacío que caracterizan a estos concursos.

René Ramírez Ordóñez, El Traje Indígena de Veracruz