Exige el CCE reglas que protejan a inversionistas locales
Trasnacionales y franquicias causan quiebra de 250 negocios en Chiapas
Tuxtla Gutierrez, Chis., 6 de abril. En cinco años quebraron al menos 250 pequeñas empresas y negocios de las tres principales ciudades de Chiapas debido a la llegada de franquicias extranjeras y cadenas de tiendas de autoservicio, denunció el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) del estado.
El presidente estatal del organismo, Francisco Lazos Morales, expuso que las firmas y cadenas comerciales "son un pulpo que apachurra a los empresarios locales, quienes van a la quiebra al no tener capacidad de competencia ni apoyo gubernamental".
Refirió que mientras las empresas locales pagan todos los impuestos estatales, seguro social y salarios conforme a la ley, las foráneas sólo aportan impuestos federales e invierten sus ganancias fuera del estado, lo que perjudica a la economía chiapaneca.
El líder empresarial lamentó las facilidades que desde la pasada administración estatal se ha otorgado a las trasnacionales y la falsa publicidad que se hace al señalar que son una fuente de empleos bien remunerados y de desarrollo para la entidad.
Abusos de Wal-Mart
Un ejemplo es la cadena Wal-Mart que en cinco años ha abierto 15 tiendas en el estado y proyecta instalar otras seis. Según denuncias de los mismos trabajadores, un sector importante de su personal que está bajo el régimen de "comisiones de venta" en ocasiones sólo recibe 500 pesos al mes por más de 8 horas de trabajo diarias.
Otro caso es el del empresario textilero Kamel Nacif Borge, quien recibió millonarios apoyos de los gobiernos federal y estatal para establecerse en la entidad. Inclusive durante mucho tiempo la administración local pagó los salarios de sus empleados.
Después de cuatro años el llamado Rey de la mezclilla cerró la fábrica sin siquiera liquidar a los cientos de trabajadores conforme a la ley.
El presidente del CCE estatal señaló que Nacif Borge no tuvo pérdidas porque nunca invirtió los recursos compro- metidos: "por el contrario, al cierre de la fábrica de San Cristóbal el actual gobierno buscaba resolver el pago de indemnizaciones".
Por ello, Lazos Morales consideró necesario regular el establecimiento de los grandes consorcios "para exigirles que facturen en el estado y sus impuestos se queden acá, y se establezcan reglas que protejan a los inversionistas locales".
El balance cinco años depués de la llegada de las trasnacionales y franquicias es, de acuerdo con los empresarios chiapanecos, la quiebra de por lo menos 250 pequeñas empresas en las tres principales ciudades de la entidad, sin contabilizar las de las tiendas de abarrotes.
"Los propietarios terminan subempleándose con las trasnacionales y lo más grave es que se deja sin trabajo a miles de familias que emigran a las ciudades del norte o a Estados Unidos para sobrevivir", sostuvo Lazos.
Un empleado promedio de una trasnacional recibe 50 pesos diarios cuando obtiene un contrato "formal", pero la mayor parte labora a cambio de "comisiones por venta", sin prestaciones y sin seguro social.
Una empleada de la tienda de ropa Suburbia -perteneciente a Wal Mart-, que pidió el anonimato, expuso en entrevista con La Jornada que su salario asciende al 5 por ciento de las ventas.
"Hay días que no vendemos nada en nuestro horario de 8 horas, entonces nos exigen que nos quedemos más tiempo hasta lograr ventas mínimas de mil pesos", acusó.
Otro trabajador de la tienda departamental Sears, quien también omitió su nombre, sostuvo que "se nos impide quedarnos más de 8 horas, y nos asignan un solo departamento de venta; en mi caso hay meses que sólo recibo 500 pesos".
El representante de los empresarios locales consideró que condiciones laborales como las descritas ocasionan la migración de la entidad, donde -según cifras oficiales- cada día salen unas 300 personas rumbo a otras entidades o Estados Unidos