Testimonio de un cristiano desplazado
"He sido desplazado dos veces de mi hogar, han destruido mi casa y hasta ahora sigo sufriendo, pues no me dan libertad de conciencia", asegura Rodolfo López, indígena de la comunidad Tierra Blanca, del municipio de Ocosingo, Chiapas, que profesa la religión cristiana y a quien autoridades comunales le incendiaron su casa por motivos religiosos.
Rodolfo se encuentra desplazado y denunció que por órdenes de Rogelio Jiménez Gómez, agente auxiliar municipal, destruyeron su casa y su siembra de café de casi una hectárea. "Me están privando de mis derechos como religioso, no quieren admitirme en la comunidad. Machetearon mi café, ha caído mi cosecha y no la he podido levantar porque no me dejan entrar, me persiguen."
Por estos hechos, López entabló una denuncia contra quienes resulten responsables de los actos en su agravio, querella que está "estancada" en la procuraduría estatal.
Reveló que pese a que el gobernador chiapaneco, Juan Sabines, prometió que estaría el pasado 7 de marzo en Ocosingo para conocer la situación por la que atraviesan los evangélicos, "nuestro gobernador no nos cumplió, no llegó".
Ante esto, López decidió, en compañía de otras 16 personas, acudir a la capital del estado, Tuxtla Gutiérrez, a solicitar información sobre su denuncia; "y la respuesta de las autoridades fue encarcelarnos, sin órdenes de aprehensión de por medio, por varios días, con el pretexto de que hacíamos mucho escándalo. Nos detuvieron por pedir justicia para nuestros derechos de libertad religiosa".