Entregan en EU premio a la comunicadora por promover "dignidad y libertades"
Queremos justicia y fin a la impunidad, no venganza, afirma Lydia Cacho
Ampliar la imagen La periodista Lydia Cacho en imagen de archivo Foto: José Carlo González
Nueva York, 6 de abril. La periodista y promotora de los derechos humanos Lydia Cacho afirmó: "no deseamos venganza, no nos interesa perder el tiempo con eso. Lo que queremos es justicia y el fin de la impunidad en los casos de explotación sexual de menores de edad y la violencia contra las mujeres".
Al concluir su gira -patrocinada por Amnistía Internacional- por Estados Unidos, Cacho asistió a un acto en su honor por ganar el premio Ginetta Sagan Fund 2007, otorgado por la organización de derechos humanos para "reconocer y asistir a una mujer quer realiza trabajo efectivo para proteger la dignidad, libertades y vidas de mujeres y niños".
Cacho describió el trabajo de protección a féminas y menores de edad víctimas de violencia que realiza su Centro Integral de Atención a las Mujeres en Cancún. Dijo: "las mujeres (que se refugian ahí) son las expertas en violencia. Nosotros sólo las acompañamos". Platicó cómo rescatan a éstas y a niños en situación de agresión doméstica, los cambios dramáticos que resultan de ese trabajo mediante atención al bienestar físico, moral y social -incluyendo conseguir empleo y educación-, y cómo esas víctimas, a final de cuentas, son quienes después "cambiarán el país".
Enfatizó que la defensa de los derechos básicos, como educación, trabajo, dignidad personal y "a ser feliz", motivan esa labor.
Interrogada sobre el gobierno actual y el tema de los derechos de la mujer, Cacho indicó que hay un intento por "revertir de manera muy rápida" los avances de éstas en el país. Como ejemplo señaló que el titular de la Secretaría de Salud está buscando reducir los fondos para la lucha contra el sida, pues considera que la promoción del uso del condón, entre otras cosas, es inmoral. Expresó que, aunque el presidente Felipe Calderón es socialdemócrata, existe un tipo de "cogobierno" con fuerzas católicas muy conservadoras, incluido el presidente del Partido Acción Nacional, que desean detener el movimiento de las mujeres. "Va a ser cada vez más difícil, pero el movimiento también se está fortaleciendo cada día", aseveró.
La gira de Cacho comenzó el 23 de marzo en Milwaukee, donde le fue entregado el premio en la reunión nacional anual de Amnistía Internacional Estados Unidos. Continuó con actos en Chicago, San Francisco y Los Angeles. Esta semana participó en varias actividades en Washington, y concluyó en Nueva York.
La historia reciente de Cacho -persecución, violación a derechos humanos, intimidación y su respuesta- fue explicada en cada escala de la gira, en foros en los que participaron defensores de los derechos humanos, figuras del movimiento de las garantías de la mujer, funcionarios, representantes de organizaciones no gubernamentales, periodistas y académicos. Aquí, Sheila Dauer, de Amnistía Internacional, y Meredith Tax, de Women's World, relataron la lucha de Cacho y ofrecieron el contexto trasnacional de ésta. Manifestaron que empresarios y políticos implicados forman parte de redes internacionales de pederastas y del tráfico en personas. Este tipo de ilícito, comentó Dauer, "es una forma moderna de esclavitud".
Joel Simon, director del Comité de Protección de Periodistas, relató el "secuestro judicial" de Cacho y cómo la violencia contra periodistas en México ha cobrado la vida de al menos seis comunicadores desde 2000 y la desaparición de otros tres como resultado directo de sus labores. Instó, en nombre de su organización, a que el gobierno de México "honre a Cacho al anular las leyes de difamación criminal", que son empleadas contra periodistas.