Comienza la tercera temporada de La bella durmiente en el Castillo de Chapultepec

''Las jovencitas del naciente siglo también esperan su príncipe azul''

La bailarina Blanca Ríos, por primera vez, interpreta a la heroína del cuento de Charles Perrault

Me encantaría encarnar a la princesa Aurora, señaló Mónica Barragán a La Jornada

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

La princesa Aurora, la Bella Durmiente del Bosque de Chapultepec, aseguró que las jovencitas de este incipiente siglo XXI siguen soñando con ser como ella y, por supuesto, con encontrar su príncipe azul.

La heroína del cuento de Charles Perrault, transformado en música por Tchaikovsky y llevado al ballet por Marius Petipa, fue entrevistada la tarde lluviosa del miércoles, durante un encuentro de ella y toda su corte con los medios de comunicación.

En la breve charla con La Jornada aseguró que en realidad se llama Blanca Ríos, que es de Monterrey y bailarina de la Compañía Nacional de Danza (CND) desde hace seis años; que está contenta de ser, por primera vez, la bella de la obra que hoy inicia su tercera temporada en la explanada del castillo situado en la cima del cerro del Chapulín.

-¿Y de veras cree -se le insistió- que las jóvenes de hoy todavía quieren ser como la Bella Durmiente?

-Sí, claro, quizá no exactamente como la Bella Durmiente, pero hay jovencitas que todavía creen que puede llegar el príncipe azul.

Por los aposentos de Aurora también deambulaba Carabosse, el hada vengativa quien, ofendida por no ser invitada al bautizo de la princesa, le anuncia que se pinchará el dedo con un huso y morirá. Aunque ya sabemos que, por más que se repita la historia, por lo menos en los cuentos el bien siempre terminará triunfando sobre el mal, para beneplácito del público.

Hada andrógina

Al ser abordada por La Jornada, Carabosse se mostró insólitamente amable, aunque un tanto histriónica.

A ella -que en realidad es él: Fulano, también bailarín de la CND- le fascina ser la mala de la historia: ''Es un reto maravilloso y cada vez mayor hacer este personaje, porque aunque no cambien los pasos, cambia ligeramente el vestuario, o ya le pones uñas largas, o le agregas nuevos gestos a tu interpretación. Y también cada función, con el público tan cerca, es diferente''.

-¿Por qué es un hada andrógina?

-Es un personaje que generalmente es interpretado por un hombre, porque requiere mucha fuerza. Como es un hada no invitada, está enojada y tiene que mostrar mucha fuerza y ser malvada aunque de pronto a los niños no les gusta mucho, pero de lejos sí. A mí me encanta, es un personaje divino y aunque sabes que es el mismo estás consciente de que nunca va a ser igual".

Reynaldo Díaz es, por primera vez, el rey Florestán, papá de Aurora:

''Me gusta mucho esta caracterización, porque me encantan los personajes de carácter. Al principio soy un padre feliz y dichoso por el nacimiento de una niña hermosa y por todas las bendiciones que le traen las hadas de todos los reinos de otros cuentos. Después llega la tragedia cuando Carabosse dice que mi hija morirá al cumplir 15 años, pero el hada de las Lilas deshace el hechizo, dice que no morirá sino que sólo dormirá durante 100 años."

Hasta que llegue a despertarla un príncipe con un beso de amor.

Sueño hecho realidad

Una de las hadas buenas del cuento dice llamarse Mónica Barragán Rosillo: ''Soy una de las hadas que dan la bendición a Aurora y ayudo al hada de las Lilas a salvar a Aurora del maleficio de Carabosse".

-¿Qué es para una joven de su generación un cuento como el de La bella durmiente?

-Para mí es mágico interpretar a un hada que usa sus poderes para ayudar a alguien, es como entrar a un cuento, como un sueño hecho realidad.

-¿Realmente a las y los jóvenes de su edad hoy todavía les gustan los cuentos de hadas?

-A lo mejor se ha perdido un poco la tradición, pero todo mundo tuvo alguna vez un disfraz de hada y soñó con tener una varita mágica, una corona y salvar al mundo entero. Entonces para mí es divertido entrar en un personaje como éste.

-¿Y no le gustaría ser la bella del cuento?

-Claro, me encantaría, me encantaría.

-¿En el escenario?

-Claro...

-¿Y en la vida real?

-En la vida real soy muy bella.

(La versión de La bella durmiente que presenta la Compañía Nacional de Danza tiene una duración de una hora 15 minutos. La coreografía es de Rosemary Valaire sobre la original de Petipa; la idea y adaptación coreográfica es de Dariusz Blajer.)