En las playas del Distrito Federal, ''agua grisecita, pero refrescante''

ROCIO GONZALEZ, ANGEL BOLAÑOS, JOSEFINA QUINTERO

Lejos del azul turquesa y la tonalidad de las arenas del Caribe o del Golfo de México, las playas del Distrito Federal ya tienen sus propias características: "el agua es grisecita, pero refrescante, y la arena, color ladrillo, alivia los pies sudorosos por el andar cementero", comentó Omar Saldaña, visitante del estado de México.

El vacacionista añadió: "qué se le va a hacer chilangolandia siempre tiene su diferencia, ¿no?" Y la distinción se hizo evidente en la más pequeña de las cuatro playas dispuestas en la ciudad, en el Deportivo Reynosa, delegación Azcapotzalco, donde varios pequeños al sumergirse en la fuente habilitada como piscina salieron impregnados de una sustancia negra y aceitosa que algunos identificaron como "chapopote".

Ayer fueron inauguradas las tres playas artificiales que instaló el gobierno de la ciudad en las delegaciones Gustavo A. Madero, Iztacalco y Azcapotzalco, sin la presencia del titular del Ejecutivo local Marcelo Ebrard. El día amaneció nublado, pero los paseantes no desistieron en su ánimo de diversión y los reportes señalaron una gran afluencia, pues la entrada fue gratuita.

El balneario Olímpico, propiedad del Sindicato Unico de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal (SUTGDF), localizado en avenida Rojo Gómez, colonia Pantitlán, se habilitó como la playa de Iztacalco; pocos notaron la diferencia, pues los asiduos al lugar imaginaron el arenero como una distracción más.

En esta ocasión, quienes salían del agua e intentaban reposar sobre la arenilla tenían que cruzar una malla metálica, las canchas de juego transformadas en asoleaderos y después de 200 metros llegar hasta el codiciado lugar de la arena, extraída de minas del estado de México, Veracruz y el Distrito Federal.

Pasado mediodía y antes de la inauguración en el deportivo, había mil 845 visitantes, de los cuales mil 44 eran adultos y 801 niños.

La playa Balneario Olímpico, Deportivo 14 de Diciembre, surgió por medio de un convenio con los integrantes del SUTGDF, quienes prestaron las instalaciones y los gobiernos de la ciudad y delegacional asumirán los costos de mantenimiento, personal y de las actividades culturales.

La directora general de Jurídico y Gobierno de Iztacalco, Elizabeth Mateos, explicó que los cuidados y mantenimiento que se llevarán a cabo en las albercas, estarán a cargo de la Secretaría de Salud del DF, que durante el día checará la calidad del agua en tres horarios: a las siete de la mañana y dos y seis de la tarde.

Por su parte, el representante del SUTGDF y administrador del lugar, Jesús Vital Flores, señaló que la capacidad es para 2 mil 500 personas, pero se recibirán hasta 3 mil, para ello habrá una vigilancia de 60 agentes de Seguridad Pública y de la delegación, 20 elementos femeniles que revisan a los paseantes para evitar el ingreso de alcohol, 12 salvavidas y ambulancias. La playa artificial permanecerá abierta de ocho a 17 horas.

Mientras, en Gustavo A. Madero, en la playa Balneario Popular del Bosque de Aragón se permitió la entrada a los visitantes a las nueve de la mañana. Durante la inauguración, presidida por la coordinadora de Estrategia e Imagen Institucional de la administración central, Jessica Miranda, había más de mil 700 personas y alrededor de 300 esperaban formadas para ingresar; a diferencia de las otras playas, en Gustavo A. Madero no hay límite de tiempo para permanecer en el centro recreativo, y aunque la capacidad del lugar es de 3 mil personas, se iba a limitar a 2 mil 500 para tener un mejor control.

Aquí, la arena se distribuyó en varios módulos, con una superficie de poco menos de mil metros cuadrados, donde se vertieron 130 toneladas de material, aprovechados en su mayoría por niños ya que había mucha más gente dentro y alrededor de la alberca y con profundidades de 60 centímetros hasta 1.80 metros, así como en los prados y bajo la sombra de las palapas.

Francisco Chiguil, titular de la demarcación dijo, al ser cuestionado por el costo -ya que dejarán de cobrar la acostumbrada cuota de recuperación por persona de 25 pesos durante tres meses-, que "lo importante son los beneficios, ya que la gente merece lo mejor y los espacios públicos tienen que ponerse a su disposición".

A quienes no alcazaron a entrar ayer se les proporcionó un distintivo con el que tendrán preferencia hoy en tanto, tuvieron a su disposición el Zoológico del Bosque de Aragón, cruzando Loreto Fabela, y otros espacios como el delfinario, aunque en este último debieron soportar los gritos de los vendedores ambulantes.