Repudia en su homilía la Ley de Sociedad en Convivencia y la despenalización del aborto
Culpa cardenal a legisladores de embate implacable contra valores de la familia
Rivera Carrera advierte a sacerdotes pederastas que sus fechorías no serán salvadas por la Iglesia
Diputados locales exigen a jerarcas religiosos respeto para los que piensan diferente a ellos
Ampliar la imagen El cardenal Norberto Rivera Carrera ofició ayer la misa vespertina en la Catedral Metropolitana, donde realizó las tradicionales ceremonias religiosas de la última cena y el lavatorio de pies Foto: María Meléndrez Parada
El arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, acusó a los legisladores de mantener un embate implacable en contra de los valores de la familia, al aprobar, primero, "una ley inmoral llamada de convivencia", que no tiene otro fin que la erosión del matrimonio, y, ahora, la propuesta de "una ley inicua" (la iniciativa para despenalizar el aborto en el DF) que pretende hacer legal lo que de suyo es absolutamente inmoral: la eliminación del niño en el vientre de su madre.
En su homilía al iniciar las actividades del Jueves Santo, el arzobispo primado de México criticó a los sacerdotes pederastas y les adelantó que sus fechorías no serán salvadas por la Iglesia, pues la ley tanto civil como canónica tiene que cumplirse a cabalidad. "En la Arquidiócesis de México continuará la tolerancia cero", les espetó.
"La alegría de esta Semana Santa se ha visto ensombrecida por el embate implacable a los valores más queridos de los mexicanos, los valores de la familia", afirmó refiriéndose a la aprobada Ley de Sociedad de Convivencia y a la iniciativa para despenalizar el aborto, que podría ser aprobada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) el 24 de abril.
En la celebración eucarística llamada Crismal -su nombre deriva de Cristo-, el cardenal advirtió a los obispos y sacerdotes que a la Iglesia católica le "esperan tiempos difíciles", pero no tengan miedo, "porque la Iglesia está edificada sobre la roca firme de Cristo" y los "poderes del infierno" no prevalecerán sobre ella.
El cardenal les recordó que la misión profética de defender la familia y la vida inocente de los aún no nacidos, siempre tendrá un alto costo que pagar. Cristo el Señor, el cordero inocente, dijo, fue injustamente calumniado, procesado y crucificado, por ello "no nos deben sorprender los ataques y calumnias llenas de odio que en estos días han dirigido los enemigos de la Iglesia".
Aseguró que le duele "en lo más profundo" el daño irreparable que algún mal sacerdote ha infringido con "su depravada conducta" en las víctimas más inocentes, que son los niños, y el dolor y escándalo que han provocado a sus familias y a la Iglesia.
Dijo que las puertas de la Iglesia están abiertas para los niños afectados, les pidió que no guarden silencio ante algún cura pederasta y los exhortó a que acudan a los tribunales civiles y eclesiásticos a fin de que se castigue con rigor a dichos sacerdotes.
Votos religiosos, no políticos
Diputados locales calificaron de oportunista la actitud asumida por el cardenal Norberto Rivera al utilizar el púlpito para pronunciarse en contra de las iniciativas que la ALDF ha aprobado, como la Ley de Sociedad en Convivencia, o bien las que están por aprobarse, como las reformas legales para despenalizar el aborto y la eutanasia, por lo que pidieron a los jerarcas religiosos ser más tolerantes y más respetuosos con quienes piensan diferente a ellos.
A dicho llamado se sumó la Red Latinoamericana de Católicas por el Derecho a Decidir, que además le exigió a la jerarquía católica aceptar lo que las sociedades y sus normas le demuestran: "respeto a la libertad de conciencia y política públicas laicas".
Advirtió que, "si los obispos defienden la vida desde la concepción, entonces ¿por qué no promueven marchas en contra de la violencia contra las mujeres o los asesinatos impunes de mujeres en Ciudad Juárez?", subrayan y se preguntan: ''¿De qué concepción de la vida se está hablando?''
El vicepresidente de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia de la ALDF, el perredista Tomás Pliego, puntualizó que "era evidente que iban a ocupar estas fechas, en las que tienen contacto con mucha gente, y que deberían ser para hacer votos religiosos, no políticos, para intensificar su ofensiva en contra de la Ley de Sociedad de Convivencia, y las iniciativas sobre el aborto y la eutanasia".
El legislador señaló que la Iglesia no sólo debería utilizar el púlpito para "serruchar" la iniciativa en materia de aborto, sino también presentar propuestas, aceptar el uso de anticonceptivos y pedirle al gobierno federal que destine una partida especial para la adquisición de éstos.
El coordinador de la Coalición Socialdemócrata, Jorge Carlos Díaz Cuervo, aseveró que a diferencia de las diversas iglesias que pretenden imponer a los ciudadanos sus parámetros de los "valores, de la moral", la ALDF no está atentando en contra de nada ni de nadie, en alusión a las declaraciones del cardenal "sobre el embate implacable a los valores más queridos de los mexicanos".
Promotor de una de las dos iniciativas que en materia de aborto se presentaron en la Asamblea, Díaz Cuervo exhortó a la Iglesia a serenarse, a no ser tan violenta, tan agresiva, y ser más tolerante con quienes piensan diferente.
"Me sorprendió el miércoles ver a representantes de la Iglesia católica sentados frente a gente de la Hostia Sangrante a quienes la misma Iglesia excomulgó", comentó el coordinador de la coalición, al referirse al frente que integraron iglesias cristianas en contra de la iniciativa sobre aborto.
Con relación al tema de la eutanasia, el presidente de la Comisión de Gobierno de la ALDF, Víctor Hugo Círigo Vázquez, aseguró que la iniciativa que se presentó sobre este tema no será discutido en lo que resta de su segundo periodo de sesiones ordinarias.
Consideró que dicha iniciativa no ha sido suficientemente discutida y se requiere la opinión de amplios sectores de la sociedad, por lo que por el momento sólo se avocarán a sacar adelante las reformas sobre aborto, y la eutanasia se iría a un extraordinario (en julio) o al ordinario que inicia en septiembre.