Domingo

Enrique Galván Ochoa

Malas cuentas

Cristo de chocolate

Stalin

Univisión

En los últimos días ha causado revuelo el informe que presentó la Auditoría Superior de la Federación sobre la cuenta pública de 2005 -penúltimo año de Vicente Fox. Desvela irregularidades por muchos miles de millones de pesos. Esta -a cargo del contador Arturo González de Aragón- es el órgano de la Cámara de Diputados que tiene la función de revisar el cómo, cuánto y para quién del presupuesto federal. Antes de que nos hagamos ilusiones respecto de las consecuencias que tendrá el reporte, recordemos lo que ha sucedido en años recientes. Hubo anomalías en cada uno de los tramos del sexenio foxista; sin embargo, no sabemos hasta hoy que se haya abierto proceso a alguien, ni menos que fuera encarcelado. También recordemos que los hijos del señor González de Aragón tienen un despacho de consultoría en el que supuestamente sus clientes son algunas dependencias que su papá audita.

Cristo

Mañana comienza la Semana Santa, y la comunidad católica de Nueva York hierve de indignación. Resulta que la galería Manhattan Lab expone una escultura de cuerpo entero de un Cristo crucificado, el cual está hecho de chocolate. Tiene el nombre de My sweet lord (Mi dulce señor), y mide 1.80 metros. Es una creación del escultor Cosimo Cavallaro. Pero el problema no es el material que utilizó. Lo que ha agraviado a la comunidad católica es que presenta a Jesús sin la tela que le cubre la parte de abajo de la cintura. Una innecesaria demostración de mal gusto, ¿no les parece?

El imperio del sol naciente

Hace casi medio siglo no nacía un varón en la familia del emperador del país del sol naciente, pero el año pasado vino al mundo Hisahito. No le toca heredar la corona del emperador Akihito. Esta debería adornar la cabeza, llegado el momento, de Aika, hija del príncipe heredero Naruhito. Pero la ley y la tradición de Japón sólo contemplan la posibilidad de que el trono sea ocupado por un hombre. Esto abre la posibilidad de que el primer varón que ha nacido en tantísimos años algún día se ciña la corona imperial.

Univisión

La semana pasada concluyó el cambio de propietarios de Univisión, la mayor cadena de habla hispana de Estados Unidos. La salida de Jerry Perenchio -uno de los fundadores, junto con Emilio Azcárraga Milmo- y la incorporación de Haim Saban -quien encabeza el grupo de compradores- se ha dejado sentir inmediatamente. Con frecuencia los grupos hispanos se quejaban de que Univisión no compartía sus intereses, sólo los usaba para hacer dinero. Ahora la cadena, día y noche, repite el eslogan estamos "a tu lado". Una encuesta de Yahoo-Telemundo revela que un alto porcentaje de la población latina de Estados Unidos dedica buena parte de su tiempo a la televisión y también a Internet, pero quiere contenidos de mejor calidad y en español, claro está.

Reviviendo a Stalin

La gente que tiene 50 años o más recuerda bien quién fue José Stalin -el líder de mano dura de la antigua Unión Soviética. Un capítulo de su biografía se escribió en México: el asesinato de su rival León Trotsky. En estos días causa revuelo en Rusia una serie de televisión que quiere lavar la imagen del dictador. Lo presenta, por ejemplo, hablando con su hijo Yakov -quien le ha llamado por teléfono para avisarle que se incorporará a las tropas que enfrentarán a la invasión nazi-, diciéndole estas palabras: "algunas veces no he sido justo contigo. Perdóname. No te he dedicado suficiente tiempo. Hijo, ve y pelea; es tu deber". La serie está levantando una polvareda y ha venido a reabrir el debate sobre Stalin. Para unos es un héroe. En su tiempo, la Unión Soviética alcanzó la posición de superpotencia nuclear. Era respetada y colocó a un astronauta en la Luna. Para otros, Stalin fue un dictador sanguinario. Millares de personas, quizá millones, perdieron la vida, perseguidos por la mente enferma de uno de los peores autócratas de la historia.

e@Vox Populi

No puedo resistir la tentación de hacer llegar a usted mi comentario acerca de la declaración del ombudsman José Luis Soberanes, que es un salto al vacío de la credibilidad y me genera un sentimiento de desesperanza. Le creo a la gente de Zongolica. Es una felonía que además de la violación y asesinato de la mujer septuagenaria, ahora se pretenda acallar todo derecho a la justicia. Si el ombudsman empeña su conciencia por razón de Estado, coincido con AMLO en que estas instituciones deben irse al diablo.

Walkiria Gallegos/Distrito Federal

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