Una empresa tendría contrato nacional para atender a burócratas; ya edificó los hospitales: PRD
Subrogación total del servicio médico, el otro negocio con la Ley del ISSSTE
Se sospecha de Grupo Angeles, consentido de Fox, dice Navarrete; ex directores del instituto, en el atraco
El otro "negocio del sexenio" que se pretende a partir de la reforma a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) es entregar la atención médica a un grupo empresarial que ya construyó hospitales privados por todo el país, y que cuenta con el apoyo de ex directores de ese organismo, advirtió el coordinador de los senadores del PRD, Carlos Navarrete.
El martes pasado, el perredista pidió en el Senado que Benjamín González Roaro, ex director del ISSSTE y actual diputado del PAN, aclare la versión que lo ubica al frente de ese intento de beneficiarse con la reforma que acaba de aprobarse y por la que se posibilita la subrogación de servicios médicos del instituto.
González Roaro poco ha dicho, pero personal de base del ISSSTE hizo llegar al senador perredista información "que confirma la sospecha de que la principal fuente de desvíos y de corrupción en ese organismo es por medio del sistema de subrogación, que ya se daba cuando el instituto no podía dar el servicio, pero ahora se generalizará".
Navarrete comentó que eran los delegados estatales y los directores de clínicas quienes decidían a qué hospital particular subrogar algún servicio, y lo hacían de manera arbitraria, "en un sistema de complicidades para trasladar recursos federales a nosocomios privados.
"Sobre esta base, el esquema que se fue desarrollando, previo a la aprobación de la reforma del ISSSTE, fue la construcción de instalaciones hospitalarias, con la instrucción, desde la dirección general, para que en lugar de que el "negocio" sea de los delegados generales y los directores de las clínicas, se traslade a una cadena empresarial, que supuestamente pueda ofrecer bajos costos, para hacer un contrato de subrogación a escala nacional".
¡Ese es el negocio! En lugar de subrogar hospital por hospital, el ISSSTE lo hará con un solo grupo, y detrás está "alguien que conoce el tema, que fue director del instituto, que sabe cómo funciona la subrogación, cómo se asignan los contratos, cómo se paga. Alguien que pasa de la dirección a una curul, y luego, quizá, a un asiento en el consejo de administración de esa cadena de hospitales".
El perredista agregó que no sería un caso raro, ya que muchos otros funcionarios del gobierno foxista lo han hecho, como el ex secretario de Hacienda Francisco Gil Díaz.
Agregó que González Roaro no ha dado una respuesta pública, y él seguirá insistiendo, además de que propondrá que desde el Congreso se vigile todo lo que pase en el ISSSTE, particularmente el tema de la subrogación.
Con la controvertida reforma -destacó-, el PRI y el PAN abrieron la puerta a la privatización de las pensiones y del servicio médico del ISSSTE, ya que no se requiere vender las instalaciones del instituto al sector privado, sino que éste sea el que proporcione la atención a los derechohabientes.
Precisó que aunque los diputados del PRD lucharon porque se pusieran candados en el tema de la subrogación, sólo lograron que se señale que en caso de que el ISSSTE no pueda brindar el servicio, éste se dé "preferentemente" a instituciones del sector público. Incluso, dijo, hay una fuerte cadena de hospitales que ha ido creciendo desde el sexenio pasado, "y por eso la sospecha está en el Grupo Angeles", propiedad del empresario consentido en el gobierno de Fox.
Entrevistado luego de una reunión con legisladores del Frente Amplio Progresista, el dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores, Francisco Hernández Juárez, comentó que en la Cámara de Diputados se negaron a establecer que en caso de subrogación de los servicios del ISSSTE, en primera instancia se dieran a instituciones del sector público, como el IMSS.
Lo que no le parece casual, advirtió, es que hayan comenzado a aparecer a gran velocidad, y por todo el país, hospitales privados, como si se supiera con toda anticipación que la ley posibilitaría la privatización de los servicios médicos.