"Cambio en su comportamiento opresivo", pide a Londres la marinera Faye Turney
Sí ingresaron a aguas iraníes, admite otro de los 15 británicos capturados
El marine Thomas Sommers ofrece "disculpas al pueblo de Irán" por la incursión de su embarcación
"Es escandaloso usar a personal militar con semejantes fines de propaganda", señala Gran Bretaña
Ampliar la imagen El infante de marina Sommers, durante una emisión de la televisión iraní sobre el diferendo con Londres Foto: Reuters
Teherán, 30 de marzo. Uno de los 15 militares británicos capturados la semana pasada por Irán confesó este viernes haber ingresado a aguas territoriales iraníes, lo que constituye el segundo testimonio de los marinos en ese sentido, en medio de un diferendo marcado por el cruce de argumentos diplomáticos y propagandísticos.
La televisión estatal iraní Al Alam difundió una entrevista con el infante de marina Thomas Sommers, en que expresó "disculpas al pueblo iraní" por la incursión de siete marineros y ocho marines en el lado iraní del ancho río Arvandrud (conocido como Chatt al Arab), donde se unen las aguas de los ríos Tigris y Eúfrates, para desembocar en el golfo Pérsico.
Al Alam, que el pasado miércoles mostró las primeras imágenes de los británicos cautivos, mostró imágenes en las que aparece Sommers al lado de otro marino no identificado y de la marinera Faye Turney, la única mujer dentro del grupo cautivo.
"Entramos en aguas iraníes sin permiso y fuimos arrestados por los guardias fronterizos iraníes", dijo el marino, quien agregó que "desde que fuimos detenidos por los iraníes todo ha sido muy bueno y estoy totalmente satisfecho por las condiciones".
De forma simultánea a la difusión de la entrevista, la embajada de Irán en Londres dio a conocer una nueva carta supuestamente escrita por la marinera, la tercera en esta semana, en que escribió que "es hora de pedirle a nuestro gobierno que haga un cambio en su comportamiento opresivo hacia otras personas".
Los 15 militares británicos forman parte del contingente que Gran Bretaña tiene establecido en la provincia de Basora, en el sureste de Irak. La detención, según el gobierno británico, sucedió cuando los militares realizaban un "patrullaje de rutina" en aguas territoriales iraquíes.
"Creo que para que nuestros países sigan adelante, necesitamos comenzar a retirar nuestras fuerzas de Irak y dejar que el pueblo reconstruya su vida", señaló Turney en la misiva, en la que también compara el trato "respetuoso" que ha recibido con las torturas a las que fueron sometidos miembros de la resistencia iraquí, en la cárcel de Abu Ghraib, cerca de Bagdad, en 2004.
Tras la difusión de la entrevista y las cartas, el primer ministro británico, Tony Blair, y la cancillería reaccionaron molestos por las acciones del gobierno iraní.
Un portavoz de la cancillería dijo que "es escandaloso utilizar a personal militar con semejantes fines de propaganda".
"No sé por qué el régimen iraní hace esto. Lo único que provoca es intensificar los sentimientos de enojo de la gente. El personal cautivo que es exhibido y manipulado de esa manera, no engaña a nadie. Lo que los iraníes deben notar es que si siguen con esto van a enfrentar un aislamiento creciente", sentenció Blair.
Esta es la segunda vez que Irán arresta a militares británicos desde que Londres acompañó a Washington en la invasión de Irak, en marzo de 2003. En junio de 2004, ocho soldados fueron detenidos y tres días después fueron liberados, después de haber confesado en una emisión televisiva que habían violado territorio iraní, en la misma zona limítrofe con Irak.
"En los últimos años, las fuerzas británicas han violado el derecho internacional y han cruzado la frontera iraní. Gran Bretaña debería disculparse ante Irán", dijo por su parte el presidente Mahmud Ahmadinejad durante una conversación telefónica con el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quien se comunicó para solicitar específicamente la liberación de la marinera.
En el terreno de las gestiones diplomáticas, el gobierno iraní entregó una "nota formal" en que denuncia como "acto ilegal" la incursión de los militares británicos pero no pide a Londres que exprese disculpas por el hecho, como ha solicitado Ahmadinejad.
La misiva, según la ministra de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Margaret Beckett, "no contiene nada que sugiera que los iraníes están buscando una salida a esta difícil situación".
En la búsqueda de una solución para el diferendo, el gobierno de Rusia instó este viernes a la Organización de Naciones Unidas (ONU) a preparar un "informe independiente" sobre el caso.
"Como Gran Bretaña insiste en el hecho de que los militares llevaban a cabo una misión del Consejo de Seguridad de la ONU, nosotros estimamos que la secretaría general del organismo debería preparar un informe independiente sobre el incidente", afirmó a la prensa el viceministro de Exteriores, Alexandre Iakovenko.
El gobierno de Gran Bretaña ha expresado hasta ahora que la única forma de solucionar este diferendo es mediante la liberación de los militares.
Sin embargo, el canciller iraní, Manuchehr Mottaki, dijo hoy al ministro de Relaciones Exteriores de Japón que Gran Bretaña no solamente debe ofrecer disculpas, sino que debe garantizar a Teherán que no volverá a ocurrir un incidente de ese tipo.
Londres "intenta politizar y hacer propaganda con el tema y ese comportamiento es inaceptable", puntualizó en conversación telefónica hecha pública.
El conflicto entre Irán y Gran Bretaña, que en el siglo XX invadió el país centroasiático en dos ocasiones, ha generado expresiones de apoyo a la reacción del gobierno de Ahmadinejad, según un reporte del diario londinense The Independent, que hoy señala que los "iraníes leales" ven al país europeo como "pequeño Satán", en alusión al "gran Satán" que representa Estados Unidos.
Apoyo de la Unión Europea
De su lado, y tras de que Beckett reclamó solidaridad de su vecinos continentales, la Unión Europea (UE) emitió un comunicado en que respaldó la postura de Gran Bretaña en el diferendo.
"La UE deplora el arresto", en virtud de que "toda la evidencia indica" que los siete marineros y los ocho marinos fueron detenidos en aguas iraquíes, señalaron los 27 cancilleres de la comunidad.
En respuesta, el Ministerio de Relaciones Exteriores iraní señaló que "las autoridades europeas deberían abstenerse de tener una posición parcial de respaldo a la agresión de las aguas territoriales iraníes por las fuerzas británicas".
A todo esto, el portavoz del Departamento de Estado estadunidense, Sean McCormack, rechazó "toda sugerencia" de que los 15 militares británicos puedan ser canjeados por cinco funcionarios consulares iraníes que el ejército de Washington capturó en Irak, en enero pasado. "Rechazamos cualquier vinculación", dijo.
Independientemente de las posturas oficiales de Irán y Gran Bretaña, un especialista en estudios islámicos de Alemania, Udo Steinbach, director del Instituto de Estudios sobre Medio Oriente, con sede en Hamburgo, dijo que en el fondo "se está buscando una excusa para provocar a Irán a dar nuevos pasos para que finalmente lleven al golpe militar del que se habla desde hace tiempo".
Un ataque contra Irán, sin embargo, podría tener consecuencias catastróficas, alertó Steinbach en entrevista publicada por el diario alemán Neue Presse. Teherán podría organizar entonces un levantamiento de todos los grupos chiítas en Irak contra las tropas de ocupación de Estados Unidos y Gran Bretaña, que "militarmente no podrían soportar".