Preocupa la tala ilegal en Tlalpan
La tala furtiva en el cerro del Ajusco, en la delegación Tlalpan, no es grave, pero sí preocupante, toda vez que por lo menos de sus bosques se extraen diariamente dos camiones repletos de madera procedente de, por lo menos, 17 aserraderos clandestinos identificados en la zona, operados por los propios pobladores, aseguró el director general de Ecología y Desarrollo Sustentable de esa delegación, Jesús Carrasco.
En entrevista, el funcionario indicó que ante ello es necesario reformar la ley forestal para evitar que este fenómeno se extienda y ponga en riesgo esta área de conservación ecológica, pues en la actualidad, aunque en el Distrito Federal está prohibida la tala de árboles, es relativamente fácil establecer un aserradero.
"Sólo se tiene que acudir a la Semarnat para solicitar el permiso y demostrar que va a tener abastecimiento lícito de madera, y obtienen el contrato de compra-venta, en Guerrero o en el estado de México, aún cuando sea ficticio", apuntó al señalar que por la forma de operar de los talamontes y la flexibilidad en la ley es muy difícil combatirlos.
Detalló que generalmente trabajan en la madrugada y durante el día el lugar está limpio, "se hacen acompañar de vehículos y se comunican con radio para detectar si hay operativos, inclusive van armados, y no podemos remitirlos al Ministerio Público si no se les encuentra en flagrancia, es decir, cuando están tirando el árbol".