Usted está aquí: martes 27 de marzo de 2007 Deportes Malestar en Pumas por dejar ir el triunfo

El árbitro fue injusto, consideró González

Malestar en Pumas por dejar ir el triunfo

MIGUEL ANGEL RAMIREZ

Ampliar la imagen El silbante Delgadillo no midió con la misma vara, replicó Ariel González al término del entrenamiento ayer en Ciudad Universitaria Foto: Notimex

La molestia prevalecía ayer en el campamento puma por lo ocurrido el sábado ante el Atlante. El brasileño Leandro, por el penal fallado; Ariel González, por su expulsión, la cual no dudó en calificar de injusta.

El brasileño recordó que pudo haber firmado el triunfo "por 2-0", y en este momento estarían un poco más tranquilos con esos "dos puntos más" de cara a la liguilla. "Ahora tenemos a Tecos, y debemos sumar de a tres (puntos) si queremos seguir con la posibilidad de buscar el pase", apuntó.

-¿Un sábado negro?, se le preguntó, por el penal errado, por una expulsión cuando se iba a realizar el cambio de Ariel González y el gol que admitieron de último minuto.

-Creo que teníamos los tres puntos en la mano y no supimos aprovechar.

Leandro Augusto reconoció que fue difícil estar en inferioridad numérica, aunque después de la expulsión "tuvimos un penal y dos jugadas" peligrosas.

En tanto, González aceptó: "Afecté al equipo cuando (Paul Delgadillo) me expulsó". Sin embargo, consideró que el árbitro "no mide con la misma vara".

Recordó que el zaguero atlantista Javier Muñoz Mustafá ya estaba amonestado "y no le quiso sacar la otra amarilla para no expulsarlo. Entonces, creo que fue un poco injusto conmigo".

-¿Fue fuerte el encuentro con Ricardo Ferretti en el vestidor?

-Eso queda en el vestuario, pero si se enojó fue con razón. La verdad es que tuvimos para matar el partido; hemos dejado pasar varias opciones.

El semblante de Ferretti al concluir el entrenamiento en Ciudad Universitaria era muy distinto al del sábado. Explicó por qué: "Esa noche estuve curando la úlcera, y todo el domingo, curando la úlcera, hoy la traigo más tranquila". Su remedio: "la salsa".

Lo que todavía no podía digerir era el trabajo del silbante. Sólo pidió "a los encargados de los árbitros" que sean conscientes "de que en cada partido se juegan cosas muy importantes: los entrenadores, la cabeza; los equipos, la calificación o un descenso, y la institución, mucho".

 
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