El Hernán Cortés de su nuevo filme, no es bueno ni malo, es un cruce de lo humano, dice
La cinta El camino de los ingleses ayuda a quitarme la máscara de El Zorro
Exhibida en la reunión fílmica de la Perla Tapatía, es una reflexión sobre los años 70
Ampliar la imagen Dirigir es algo más personal, precisó en entrevista el actor español Foto: Arturo Campos Cedillo
Guadalajara, Jalisco, 25 de marzo. Aún no comienza a rodarse y la película basada en la vida de Hernán Cortés, del español Antonio Banderas, ya levanta polémica. Este sábado, en charla con los medios, ante la pregunta de si va a dar una visión del conquistador y asesino de indígenas, contestó que su Cortés no será ni bueno ni malo, sino un cruce de lo humano.
Banderas llegó el pasado viernes a esta ciudad para presentar la cinta El camino de los ingleses, que dirigió y ha recibido diversas críticas "y a la que le ha ido muy bien en España, y en la Berlinale". Agregó que le interesa el personaje de Hernán Cortés. "Me interesa que en el proyecto que me mandaron no se le dibuja desde un lado o del otro; no es ni bueno, ni malo, sino todo lo contrario. Es un personaje contradictorio, un ser humano, en un tiempo muy específico en la historia que hay que seguir parámetros para desenvolverlo.
"Eso me gustó del guión. El problema que tiene esa cinta, que se llamará El conquistador, es que hay que hacerla en español con 45 millones de dólares. Eso es muy difícil. No se ha hecho nunca."
Asesino de indígenas
--Usted es español y Cortés lo fue, un conquistador. Para los mexicanos es un asesino de indígenas...
-Para mí también, ¿eh?
-A Mel Gibson le fue muy mal con Apocalypto. Es muy riesgoso tratar personajes tan contradictorios. La objetividad en la historia no se puede. Siempre se toma partido.
-¿Entonces, qué hacemos? ¿No contamos esa historia? ¿Renunciamos a ella? ¡No! Simplemente pensemos que fue un asesino, quien para algunos es el fundador del Estado mexicano. ¿Qué hacemos? ¿Le decimos a Gabriel García Márquez: no escriba usted sobre Bolívar, no escriba usted sobre Trujillo? Porque si lo hace va usted a crear polémica sobre los personajes.
"¡Creo que la reflexión es buena!"
-Así como para dirigir El camino de los ingleses tuvo que leer La divina comedia, para encarnar a Cortés tendrá que leer a Bernal Díaz del Castillo, a Sahagún, a Miguel León-Portilla...
-Con Pancho Villa hice un trabajo parecido y me puse en contacto con historiadores mexicanos. (Friedrich) Katz y otros me mandaron mucha información, en aquel momento. Para describir también un personaje que no era ni bueno, ni malo, sino todo lo contrario. ¡También Pancho Villa fue un asesino! Mandó mucha gente al paredón, pero al mismo tiempo muchas personas lo consideran héroe. Y existe una posibilidad de que haya sido ambas cosas. Eso existe en la capacidad del ser humano de ser ambas cosas. Es complejo, ¿verdad?
Sobre su faceta de director, luego de tener éxito en Hollywood como actor, precisó: "No voy a abandonar la actuación. Tengo la sensación de que no he empezado realmente a sacar lo que creo, a nivel personal. No renuncio en ninguno de los casos a nada de lo que he hecho en todos estos años, porque de alguna manera me ha permitido hacer esta película, poder dedicarle un año entero, a financiarla.
"Lo que sí hay es una declaración de intenciones en El camino de los ingleses. Es sacar otra parte de mí que no ha sido demasiado vista. Esta película me ayuda a quitarme la máscara de El Zorro. Tenía ganas de quitármela de encima. Desde luego, sí me proyecta a dirigir más. Para mí, El camino de los ingleses es un proceso que no ha terminado. Los resultados que quiero, más que de taquilla, tienen que ver con un proyecto mucho más complejo.
"Cuando esto comenzó sabía que entraría a terrenos que desafían la ley de la gravedad cinematográfica, y para hacer eso no podemos tener contacto con el mundo exterior, no a nivel personal, pero tuvimos que cortar con los eslabones que nos unían, que nos imponían una forma de ser, de parte de la propia profesión, de los críticos o la propia taquilla. Teníamos que hacer la película tal y como la habíamos soñado."
No estaba permitido soñar
Añadió: "Debo seguir los pasos que yo mismo me imponga. El autor de la novela, Antonio Soler, y yo nos conocemos desde 1976, cuando un día, en Portugal, se me acercó y me dijo: 'no te rías, pero quiero ser poeta'. Le dije: 'no me voy a reír porque voy a ser actor, y es peor'. Los dos estábamos metidos en un barco..., era un país muy complejo, muy cerrado, que no permitía ese tipo de cosas. Soñar no estaba permitido.
"Para mí es significativo que 31 años después la vida me haya hecho reflexionar precisamente sobre esa época, que yo no la recuerdo como feliz, ni primaveral. La recuerdo como de muchísima controversia en mi cabeza, de muchísima reflexión sobre los universos y los mundos que se me venían encima, como un camión de la madurez: el universo femenino, la amistad, los celos, la traición y la muerte, esta última como elemento fundamental, no solamente la muerte física, sino la muerte por etapas (...)."
Hubo mundos, los suyos, con los que rompió el 3 de agosto de 1979. Se iba en el tren, que cuando soltó el freno, en ese ruido de aceros liberados y que gruñían metálicamente, como en una película, supo que había dejado de ser quien había sido y "ya sabía que yo era otro yo: el que soy ahora. Claro que El camino de los ingleses es un homenaje a aquellos que no pudieron cumplir sus sueños.
"Muchos son todavía amigos míos, pero aquel sueño lo mataron.
"Esta película trata en realidad sobre la imposibilidad de amar amando, que es un concepto complejo, pero real. Como director me interesan proyectos como el de un califa de Granada (...) Dirigir para mí es algo más personal. Quiero dirigir películas baratitas, porque la libertad que me da hacer filmes con muy poco dinero es impagable."