La comunidad, asediada por terratenientes, desarrolladores turísticos y aguacateros
Advierten comuneros de Zirahuén que defenderán tierras junto al lago
Están dispuestos a enfrentarse a pistoleros, afirma líder; desconocen supuesta venta de predios
Ampliar la imagen Vista del lago de Zirahuén, desde los terrenos que un particular disputa a comuneros indígenas Foto: Gustavo Aguado / La Jornada Michoacán
Morelia, Mich., 25 de marzo. ''Estamos decididos a lo que venga. No nos vamos a dejar. Ellos traen pistoleros y van a querer matar a algunos, pero también nosotros sabemos tirar. Ahí nos morimos, ahí se mueren ellos también, pero no los vamos a dejar'', advirtió el dirigente de la comunidad indígena de Zirahuén, Marcos Paz Calvillo, quien el 15 de marzo dejó la prisión de Pátzcuaro, donde estuvo seis días detenido con el comisario de bienes comunales, Bulmaro Cuiriz Hurtado.
''Nuestro futuro depende de nuestra organización''. Por eso, el único caracol zapatista ubicado a cientos de kilómetros de Chiapas decidió convertirse en el municipio autónomo Erupción de Rebeldía Lago Azul de Zirahuén, señaló Paz Calvillo.
El dirigente muestra el terreno donde la empresa Desarrolladora y Comercializadora, propiedad de la Organización Ramírez -consorcio dueño de salas cinematográficas- supuestamente pretende construir un club turístico con campo de golf y cabañas a la orilla del lago.
''Nos encerraron y acusaron de despojo y daños, y fue al revés. Ellos dijeron que habían comprado cinco hectáreas a una gente que ni conocemos en la comunidad y ya andaban metiendo malla no en cinco, sino como en 15 hectáreas que son de la comunidad indígena de Zirahuén, y no se venden'', dijo Paz Calvillo.
En la denuncia en su contra, detalló, también se acusa a los dirigentes de intentar linchar a un asesor de Organización Ramírez, con quien hablaron en octubre de 2006, cuando la comunidad impidió que se siguieran cercando terrenos del caracol.
''Le dijimos al asesor que le parara, que esa tierra era de la comunidad, y él dijo: 'No, estas tierras ya se pagaron'. Entonces le dijimos: 'No hemos vendido ni vamos a vender. Busca tierras en otro lado. Anda y dile a tus patrones que busquen a quienes les vendieron, porque los engañaron''', narró Marcos Paz.
En esa ocasión, continuó, la comunidad le propuso al asesor ir a un tribunal agrario para que cada quien presentara sus documentos. ''Dijeron que sí, pero lo que hicieron fue meter la denuncia por la que tenemos que ir a firmar cada 15 días a Pátzcuaro''. Recordó que el viernes 9 de marzo los detuvieron al llegar a la comunidad.
Marcos Paz y Bulmaro Cuiriz estuvieron presos seis días en Pátzcuaro. Su detención provocó tal movilización dentro y fuera de la comunidad, que ''no les quedó otra que soltarnos'' bajo caución.
Esta situación no es nueva para Zirahuén, que se declaró municipio autónomo para defender sus tierras e impedir que autoridades de cualquier nivel permitan o sean protagonistas del despojo de estas tierras, que comuneros indígenas han reforestado durante 30 años para captar agua y mantener vivo el lago.
La comunidad indígena de Zirahuén es propietaria de 21 mil 500 hectáreas alrededor del lago, y las defiende con base en un título virreinal de 1731 y un amparo de posesión de 1733.
De esa extensión, 5 mil hectáreas pertenecen a cinco ejidos y 16 mil 500 a integrantes de la comunidad. Los comuneros acordaron unir sus tierras en régimen comunal, pero sólo mil 560 hectáreas han sido reconocidas por la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA). Las otras 15 mil están en trámite.
''Mire nomás qué bonito está el laguito. Por eso nos tienen envidia y nos lo quieren quitar, pero ha sido mucho trabajo que hemos hecho para conservarlo'', dijo Marcos Paz en un recorrido.
Los dirigentes explicaron que la comunidad empezó a reforestar los alrededores del lago en 1987, principalmente con pinos y cedros. Actualmente tiene 970 hectáreas repletas de árboles. También ha construido 20 mil metros cúbicos de presas alrededor del lago, las cuales filtran el agua y evitan el azolvamiento.
La comunidad también puso en funcionamiento una secundaria técnica hace cuatro años en la plaza principal de Zirahuén, y entre sus nuevos proyectos comunitarios destaca la instalación de un hospital, pues los enfermos de la región tienen que ser trasladados a Pátzcuaro, a unos 30 minutos.
La cara del despojo
Guillermo Arreola Estrada ha sido durante más de 35 años protagonista de despojos, persecuciones, bloqueo de proyectos comunitarios y encarcelamientos en la comunidad indígena, a la vista y al amparo de gobiernos estatales y municipales.
Su llegada a Zirahuén, según los comuneros, estuvo al principio ligada a explotar el bosque e instaló aserraderos, que la comunidad obligó a cerrar.
Los comuneros no planean comercializar la madera de los miles de árboles que han plantado, principalmente porque se pretende usarlos para garantizar el abasto de agua al lago.
Arreola Estrada, continuaron, se hizo de amplias extensiones de tierra en forma ilegal. ''Compraba una hectárea a personas grandes que tenían mucha extensión y les decía: dame la escritura para que no vayas tú; yo voy a hacer el trámite de cambio de dueño de la hectárea que me vendiste. Entonces, como la gente de antes tenía en una misma escritura todas sus hectáreas, Arreola se escrituraba no una sino todas, 20, 30 o 50 hectáreas, despojaba a la gente, y cuando le pedían la escritura de regreso presentaba denuncia y los metía a la cárcel, y la gente se quedaba callada y él con las tierras'', narró Marcos.
Guillermo Arreola ha promovido en esos terrenos la construcción de restaurantes y cabañas turísticas, y también negocia con empresarios nacionales e internacionales, confiado en que las denuncias de los comuneros quedarán archivadas, como sucedió con la propuesta de los propios comuneros para desarrollar un proyecto ecoturístico.
Pero hay más razones para la resistencia en Zirahuén. En años recientes, al embate de terratenientes y desarrolladores turísticos se ha sumado el de empresarios aguacateros, que han visto en la zona un lugar propicio para sembrar huertas, lo que modificaría drásticamente el tipo de suelo y el entorno ambiental del lago.