Isabel Allende presentó su novela Inés del alma mía
''La necesidad de contar historias no se perderá con la tecnología''
Contar historias, recuperar personajes históricos, las mujeres, el feminismo y la imposible desaparición de la literatura fueron algunos de los temas que la escritora chilena Isabel Allende abordó en la conferencia de prensa convocada para presentar su novela Inés del alma mía, publicada a finales de 2006 por el sello Areté.
Los avances tecnológicos, entre los que ya se cuenta con una pequeña computadora capaz de tener en un chip miles de títulos, no hará que se pierda la necesidad de contar historias, por el contrario:
''La necesidad de la humanidad de oír historias, de contarlas y de seguir una tradición oral que es la memoria colectiva, siempre va a existir, lo que va a cambiar es la forma en la que lo vamos a percibir o reproducir, que sería en este caso una pantalla, y el día de mañana podría ser un chip que te van a meter por el oído, pero la idea de que necesitamos contar historias y de que la literatura va a existir creo que será para siempre; al igual que la música; la música evoluciona y cambia la tecnología, pero la necesidad de oírla y de bailar la vamos a tener siempre."
La autora de La casa de los espíritus llegó a México como parte de la comitiva de la presidenta chilena Michelle Bachellet, en su reciente visita de Estado. Ambas fueron reconocidas por la Universidad Nacional Autónoma de México con la medalla sor Juana Inés de la Cruz.
En la vida de Isabel Allende también hay otra Inés, pero de apellido Suárez, española que acompañó a los 110 soldados que conquistaron Chile, y que peleó a su lado con espada y armadura. Esa es la historia que recupera en Inés del alma mía.
Inés Suárez, el primer personaje histórico del que escribe, ''estaba muy olvidada. Me costó mucho encontrar información para hacer emerger su figura; tuve que investigar a los hombres que iban en el grupo y al averiguar sobre ellos surgieron el tiempo, el momento, el lugar y ella".
La recuperación de esa figura tiene que ver con otra de sus tareas: la dignificación de la mujer, pero sin entender el feminismo ''como una lucha contra los hombres, sino como un paso en la evolución".
Acompañada de su esposo, William Gordon, Isabel Allende se refirió a la ''idea bolivariana" no tanto política sino cultural. ''Con la globalización el mundo se piensa a sí mismo en regiones, porque no hay forma de participar en la globalización, donde uno tiene que enfrentar a las trasnacionales si no es en términos de región.
''Tenemos mucho que defender para presentarnos en un plano de igualdad ante las grandes potencias económicas, y en este momento creo que mediante los acuerdos económicos y culturales hay un sentimiento bolivariano de la época."