La organización participó ayer en la marcha de la Catedral a la Asamblea

Caballeros de Colón: contra el aborto, nos movilizaremos hasta donde sea necesario

Sería la segunda vez que se manifiestan activamente; la primera, durante la guerra cristera

Propone dirigente de Somos Vida crear centros públicos de adopción para niños no deseados

BERTHA TERESA RAMIREZ

Los Caballeros de Colón, sociedad confesional que presume de ser la organización laica católica más grande del mundo, es una de las 40 organizaciones -identificadas con la ultraderecha- que participa activamente en el movimiento Somos Vida en contra de la despenalización del aborto, reconoció el coordinador político de dicha organización en México, José Antonio Fernández.

En entrevista, señaló que ésta es la segunda ocasión, desde su fundación en nuestro país, en 1905, que participan activamente en un movimiento de tipo social, la primera, dijo, fue en 1929 cuando, durante la guerra cristera, el gobierno de México prohibió el culto en los templos católicos y "persiguió" a los miembros de dicha sociedad por considerarlos enemigos de la patria.

"Desde entonces no habíamos protestado jamás, sin embargo, debido al asunto del aborto, nos vamos a movilizar hasta donde tengamos que hacerlo, pero sin recurrir a la violencia", dijo el coordinador político de la citada organización en comentarios a este diario al termino de la caminata organizada por Somos Vida hacia la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

Fernández agregó que en México los Caballeros de Colón se mantuvieron por décadas como una organización pequeña, su padrón de afilados era de apenas mil miembros; sin embargo, desde hace tres años, luego de que los laicos asumieron la dirección de la misma, pues el clero que la dirigía ya tenía edades muy avanzadas, "la organización llegó a un padrón de 50 mil miembros".

Un rosario con ''fetitos''

José Antonio Fernández y Guillermo Bustamante, presidente de la Unión de Padres de Familia, flanquearon el jueves a Armando Martínez, dirigente del movimiento Somos Vida y organizador de la caminata que salió de la Catedral Metropolitana a la sede de la ALDF para oponerse a la iniciativa del PRI y del Partido Social Demócrata para despenalizar el aborto en el Distrito Federal.

Durante la marcha se realizaron rezos y se emitieron opiniones en contra de lo que llamaron "el libertinaje" en el que incurren muchas mujeres capitalinas al tener relaciones sexuales antes del matrimonio.

El contingente partió con poca afluencia al filo de las 9:30 de la mañana de afuera de la Catedral Metropolitana, tras un corto repiqueteo de campanas que se dejó escuchar desde una de las torres del templo, y luego de que el dirigente del movimiento, Armando Martínez, arengara a grito abierto, desde la plataforma de una camioneta, ''¡Mexicanos! ¡Sí a la vida, no al aborto!'', y propusiera como destino para los niños no deseados la creación de "centros públicos de adopción".

Tras el dirigente, un séquito de activistas afiliados a organizaciones católicas, así como grupos de monjas de distintas congregaciones, entre ellas las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, las Misioneras Catequistas de los Sagrados Corazones de Jesús y María, y las Pías Discípulas del Divino Maestro, quienes en su mayoría vestían de blanco y portaban en sus ropas moños de color rosa, secundaron las consigas.

Algunos de los participantes llevaban catecismos, copias del Código Canónico que empleados de la Arquidiócesis de México se empeñaban en mostrar a las reporteras, sobre todo en lo que se refiere al canon 2272, que a la letra dice. "a quien procure el aborto, si este se produce, incurre en ex comunión (...) sin necesidad de procedimiento alguno".

Muchos otros llevaban rosarios, entre lo que destacó uno que estaba hecho con cuentas de plástico de color verde agua que contenían "pequeños fetos", mientras algunas mujeres mostraron durante la manifestación estampas de la virgen María.

Ya afuera de la ALDF, como al principio de la caminata lo había hecho al advertir a los diputados que no permitirán que "los impuestos de los mexicanos vayan a servir para pagar la muerte de inocentes", Martínez endureció el discurso, elevó la voz y dirigiéndose una vez más a los legisladores, advirtió: "podemos llenar el Zócalo e inundar las calles, pero somos gente de razón". Como colofón al mitin iniciado afuera de la catedral y poco antes de ser recibido por el presidente de la asamblea Victor Hugo Círigo, instó a sus huestes a rezar el padre nuestro.