Confiesa preso de Guantánamo cadena de crímenes
El preso de Guantánamo Walid bin Attash admitió haber planeado el ataque contra el destructor estadunidense USS Cole y reconoció su participación en los ataques a las embajadas estadunidenses en Kenia y Tanzania, según informaciones del Pentágono.
Así se desprende del protocolo de una audiencia realizada a Bin Attash, cuya transcripción fue hecha pública hoy por el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
En los atentados contra las dos embajadas, perpetrados en 1998, murieron más de 200 personas, mientras que en el ataque contra el Cole, en Yemen, en 2000, fallecieron 17.
Attash dijo que estuvo medio año preparando el ataque contra el Cole y que se encargó de comprar los explosivos. Declaró que al momento del atentado estaba con el líder de la red, Osama bin Laden, en Afganistán.
De acuerdo con esta "confesión" divulgada por el Pentágono, también ayudó a preparar los atentados en las mencionadas legaciones diplomáticas, prestando apoyo con documentos, sellos y visados falsos.
Fuentes militares estadunidenses presentaron también evidencia de que Bin Attash encargó a un miembro de Al Qaeda en el verano de 1998 preparar una misión suicida contra una embajada estadunidense en el este de Africa, indica la transcripción.
Attash pertenece a un grupo de 14 presos que Estados Unidos ha calificado de especialmente peligrosos y que llegaron a Guantánamo en septiembre del año pasado tras pasar por alguna cárcel secreta de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Los 14 presuntos miembros de Al Qaeda o de las milicias talibán afganas serán acusados de crímenes de guerra, siguiendo el deseo del presidente estadounidense, George W. Bush.