¿La Fiesta en Paz?
¿Mercado común latinoamericano?
ESTE FIN DE semana se llevó a cabo, en Guadalajara, Jalisco, el Segundo Encuentro de la Asociación Americana (sic) de Empresarios Taurinos, con representantes de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y México, el cual concluirá este domingo con una novillada en su honor, en la plaza Nuevo Progreso, llamada De la americanidad.
A LOS ORGANIZADORES no sólo les fue imposible utilizar el término "latinoamericano" para deslindar su asociación de todo nexo con tantas matrices empresariales gringas y sus intereses en el subcontinente, sino que les sigue resultando poco menos que ciencia plantear, organizar y coordinar un mercado común taurino con sus colegas de Sudamérica.
EN MAYO DEL año pasado se celebró en Manizales, Colombia, la primera reunión donde, después de dos días de trabajo, se constituyó la Asociación Americana de Empresarios Taurinos. Ahí se aprobó promocionar y contratar a todos los toreros de (sic) las empresas que acudieron, así como establecer un intercambio permanente de información empresarial y de estrategias para allegarse patrocinadores.
A FALTA DE una agenda precisa y ubicadora que, de una vez por todas, contribuya a aterrizar la endémica falta de rigor de resultados en quienes se dedican a promover el espectáculo taurino en esos cinco países latinoamericanos -acosados como nunca por la "civilización" anglosajona en lo económico, lo ideológico y lo cultural-, ojalá que los señores participantes se hayan acordado de ventilar, entre otros importantes temas, lo siguiente:
CONSOLIDACION DE NOVILLEROS y matadores nacionales, con capacidad de convocatoria -no sólo con valor y técnica- y, en consecuencia, con posibilidades de competir con toreros de otros países y superarlos, lo que propiciaría la comercialización eficaz del espectáculo taurino en cada país y en cosos europeos.
FORTALECIMIENTO APREMIANTE DE la identidad taurina en los países de la región sudamericana, pues con escasas variantes no han pasado de ser enclaves coloniales taurinos de España. A partir de la planeación, apoyo, seguimiento e intercambio de los prospectos toreros respectivos, aprovechar -con hechos- ese obligado mercado común.
FIJAR OBJETIVOS CONCRETOS de profesionalización de los elementos de la fiesta de paíse participante -empresarios, ganaderos, apoderados, matadores, subalternos, mozos de espada, jueces, médicos, veterinarios, comisiones taurinas, crítica especializada. Que su admiración por la fiesta de España supere el acto de ponerse de rodillas para dignificarse con la emulación de sus estándares profesionales.
DISEÑO DE POLITICAS imaginativas de intercambio de novilleros y matadores, así como de experiencias empresariales, promocionales y ganaderas; de producción bibliográfica, de videos y documentales; de peñas, asociaciones y concursos internacionales, todo ello con la certeza de que es posible y deseable un mercado común taurino latinoamericano a partir de la autovaloración y estímulo del potencial y la vocación de cada país.