No se ha logrado restituir con nuevos yacimientos el crudo extraído: expertos

Pemex en su aniversario: menos producción y fragilidad financiera

Es más una administradora de contratos y cede operaciones vitales a trasnacionales, advierten

La obra financiada con Pidiregas supera ya 92 por ciento de la inversión total

ISRAEL RODRIGUEZ J.

Petróleos Mexicanos (Pemex) llega al 69 aniversario de la nacionalización de esta industria enfrentando cuatro grandes desafíos: decremento en la producción de crudo, reservas petroleras en franco declive, pasivos superiores a la deuda pública externa neta y una constante desinversión presupuestal.

Sin embargo, Pemex se mantuvo como la empresa más importante de América Latina al generar ventas histórica en 2006 por casi 100 mil millones de dólares (97 mil 200 millones), pero la enorme carga fiscal a la que es sometida para que aporte el 40 por ciento del presupuesto federal, la han llevado a un deterioro financiero, estancamiento de las actividades industriales, erosión de la capacidad de respuesta y debilidad institucional.

De acuerdo con el diagnóstico de diversos expertos en materia petrolera, no hay mucho que celebrar este 69 aniversario de la estatización de la industria de los hidrocarburos decretada en 1938, pues cada vez más Pemex se está convirtiendo en una administradora de contratos y cediendo las operaciones vitales de la paraestatal a empresas petroleras internacionales, contraviniendo los preceptos constitucionales.

Víctor Rodríguez Padilla, experto en materia energética, enumeró las grandes dificultades que caracterizan la problemática del sector energético: la declinación de la producción y el encogimiento y madurez del acervo de reservas, así como el estancamiento en las actividades industriales del sector petrolero.

Erosionada, la capacidad de respuesta

El también integrante del Centro de Investigación sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM, hace énfasis también en la erosión de la capacidad de respuesta de Pemex; el sesgo hacia el gas natural; el aumento de los riesgos asociados a la estrategia de financiamiento utilizada hasta ahora; la poca competitividad de los precios y tarifas de los energéticos; las asimetrías en la distribución de las rentas económicas que genera el sector; la fuerte debilidad institucional y la existencia de yacimientos transfronterizos y la posibilidad de que Estados Unidos inicie su explotación de manera unilateral afectando los intereses de México.

Bajo este último argumento las autoridades mexicanas han reiterado la necesidad de realizar alianzas estratégicas con empresas petroleras internacionales para ir de manera conjunta a la exploración y explotación de crudo en aguas profundas del Golfo de México, donde se infiere que existe el mayor reservorio de petróleo, que según los cálculos de "recursos prospectivos" asciende a 54 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente.

Fabio Barbosa Cano, integrante del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, afirmó que el argumento de que Pemex requiere de las alianzas estratégicas tiene el propósito de abrir mayores espacios a la inversión privada, sobre todo extranjera.

Aseguró que no hay premura para ir hacia aguas profundas del Golfo de México cuando en aguas someras y en tierra todavía existen oportunidades. Según información oficial, citada por el especialista, sólo 18 por ciento del territorio nacional susceptible de contener hidrocarburos se ha explorado.

Para Jesús Reyes Heroles, director general de Pemex, entre los retos fundamentales que deberá afrontar destacan: mantener la plataforma de producción a costos competitivos, así como hacer más amigable a la petrolera con el medio ambiente; compensar la declinación de Cantarell, el tercer megayacimiento a nivel mundial; acceder a mayores recursos financieros para mejorar la relación reservas-producción y avanzar en la exploración en aguas profundas del Golfo de México, según expresó en su primera conferencia de prensa efectuada el 7 de febrero pasado.

Pese a que Pemex, considerada como la décima empresa petrolera a nivel mundial, aportó al fisco federal en 2006, el equivalente a 57 mil 714 millones de pesos, paradójicamente arrastra una deuda total consolidada de 52 mil 300 millones de pesos. Pero si se consideran los pasivos laborales y los de corto y largo plazos el endeudamiento total de la paraestatal alcanzó, al cierre de diciembre pasado, 107 mil 800 millones de dólares, monto superior al de la deuda pública neta total ubicada en 39 mil 806.6 millones de dólares al 31 de diciembre de 2006.

Aunado a esta problemática Pemex, al menos en el corto y mediano plazos continuará recurriendo al endeudamiento, principalmente mediante los Proyectos de Inversión con Impacto Diferido en el Registro de Gasto (Pidiregas), que han desplazado a la inversión presupuestal al representar más del 92 por ciento del gasto total de la empresa.

El panorama para Pemex no es muy alentador si se considera que durante 2006 la producción promedio diaria de Cantarell fue de un millón 788 mil barriles de crudo diarios, volumen que representa una disminución en la producción de 12 por ciento con respecto al promedio de 2005.

El rezago en la inversión experimentado en los últimos años, principalmente en exploración propició que no se haya logrado restituir con nuevos descubrimientos el crudo explotado, lo que ha llevado a un franco declive en las reservas petroleras.

Al primero de enero de 2006, las reservas de petróleo totalizaron 37 mil 435 millones de barriles, pero si sólo consideramos las reservas probadas y a éstas desagregamos las de crudo con las de los líquidos condensados, la cifra se reduce a sólo 11 mil 644 millones de barriles de petróleo, lo que nos lleva a una vida útil de menos de 10 años.

Mientras hoy domingo el presidente Felipe Calderón; la secretaria de Energía, Georgina Kesell, y el director general de Pemex, Jesús Reyes Heroles, encabecen la conmemoración del 69 aniversario de la nacionalización de la industria petrolera en el Centro de Almacenamiento Estratégico Tuzandépetl, ubicado en el municipio de Ixhuatlán, en el sureste de Veracruz, casi simultáneamente el Frente Nacional en Defensa de la Soberanía Energética y otras organizaciones sociales realizarán en Salina Cruz, Oaxaca una ceremonia alterna con la asistencia de Andrés Manuel López Obrador.