Movimiento por la Democracia, nueva corriente perredista; la encabezan legisladores
Necesita el PRD renovación ideológica y desterrar la corrupción: militantes
En la directiva del partido hay "una crisis patológica", afirma Pablo Gómez
Ampliar la imagen Leonel Godoy, Jesús Zambrano, Saúl Escobar y Javier González Garza, al oficializar la conformación del nuevo grupo del partido del sol azteca Foto: Notimex/Bernardo Moncada
Para frenar el avance de la derecha el PRD necesita una renovación ideológica y una transformación total que le permita desterrar la corrupción, el uso faccioso de los cargos, los intereses de grupo y los enfrentamientos internos, se advirtió ayer al conformarse la nueva corriente perredista Movimiento por la Democracia, que encabezan los senadores Pablo Gómez y Leonel Godoy, y el diputado Javier González Garza.
Las críticas al funcionamiento del PRD fueron muchas. Prevalecen la ilegalidad, el clientelismo, la falta de carácter para gobernar y "una crisis patológica" en la directiva del partido, ya que no es secretariado, dirección política "ni nada", expresó Gómez en su discurso.
La dirección de un partido, detalló, debe tener consenso, ser plural y espacio donde se produzcan las iniciativas de acción y se debata con los adversarios. En la actualidad, dijo, "hay repulsión a la teoría y navegamos en el pragmatismo casi todos los días".
En otra parte de su discurso, el legislador dejó en claro que ningún grupo interno va a poder conformar un partido nacional si sale de las filas perredistas, sin importar que sea una corriente importante, e insistió en que se debe dar un profundo debate en éste sobre México, el partido y el mundo.
Mientras tanto, González Garza recalcó que se debe terminar con la desviación que significa el que los grupos de opinión se hayan convertido en "corrientes de intereses". Hay que recuperar, agregó, la ética de la política, porque "la derecha viene por todo, no sólo por las carreteras, las líneas aéreas, las pensiones y la energía. Van a meterse contra el Estado laico y las libertades individuales. Nos quieren avasallar, y por eso requerimos mayor unidad".
Luego de todo un día de discusiones concluyeron que la tarea central, con miras al próximo congreso nacional del PRD, es combatir el corporativismo, el clientelismo y otras prácticas corruptas. Para lograrlo, el planteamiento fue modificar los estatutos.
Los integrantes de Movimiento por la Democracia, en el que participan también otros legisladores federales y locales, como el diputado Juan Guerra, el dirigente de El Barzón, Alfonso Ramírez Cuéllar; funcionarios del gobierno capitalino, entre ellos Jesús Martín del Campo y ex legisladores como Inti Muñoz y Clara Brugada, acordaron impulsar un sistema de justicia imparcial dentro del partido y apartar a las comisiones de Garantías y Vigilancia, así como al Servicio Nacional Electoral, del reparto de cuotas.
En la reunión nacional en que se conformó Movimiento por la Democracia participaron integrantes de otras corrientes: Jesús Zambrano, de Nueva Izquierda; Mario Saucedo, representante de los cívicos, y Juan José García Ochoa, de Foro Nuevo Sol, quienes estuvieron de acuerdo en la urgencia de reformar al PRD.
Este último aludió al "falso debate" que se quiere llevar al congreso perredista -el próximo mes de octubre-, en el sentido de que hay dos grandes tendencias: quienes apoyan a Andrés Manuel López Obrador y quienes defienden el partido.
"Lo que queremos es justamente apoyar a López Obrador, pero nuestra responsabilidad como militantes es reformar radicalmente al partido."
En ese sentido, Ramírez Cuéllar aludió a la "urgencia de unificar las estrategias y la conducta política de nuestros gobiernos, los grupos parlamentarios, la directiva partidista y las fuerzas agrupadas en la Convención Nacional Democrática (CND)", bajo el liderazgo de López Obrador.
El documento que sirvió de base a la discusión de quienes integran Movimiento por la Democracia, presentado por Saúl Escobar, resalta que el "cambio dramático" que se dio en el país, luego de la imposición de Felipe Calderón, "nos obliga a pensar en una nueva línea política".
Después de un análisis de las elecciones del pasado 2 de julio y del movimiento de resistencia poselectoral, se concluyó que el liderazgo de López Obrador fue preservado en lo fundamental, ya que se ha mantenido como el dirigente más importante y capaz de convocar a nuevas jornadas de lucha y movilización.
Sin embargo, se advierte que el panista Felipe Calderón tiene una coalición de intereses más sólida, una alianza más estrecha con los poderes mediáticos, especialmente Televisa, y aceptación en algunas capas de la población.
"Si la presidencia de Fecal se consolida y ello se traduce en mayor control político del país, puede conducir a un hecho grave: la conversión del PAN de partido en el poder a partido mayoritario en el país.
"De suceder eso la derecha podrá avanzar en sus objetivos más relevantes: integración a Estados Unidos, privatización de la energía y flexibilización del trabajo. En otras palabras, un modelo de país con fuerte dominio del mercado y un Estado social mínimo".
El PRD "tiene que reconocer esta nueva realidad y este nuevo riesgo, y para enfrentarlo debe cambiar la correlación de fuerzas, hoy favorable al PAN". Para lograrlo necesita "una gran alianza contra la derecha, que requerirá un frente electoral eficaz, un trabajo legislativo cuidadoso y buenos gobiernos".
Por la noche, después de varias horas de debate, acordaron respaldar a López Obrador, asistir a la CND con propuestas y contender de manera independiente en la elección de delegados al congreso nacional del PRD, que se llevará a cabo en agosto próximo. Inscribirán planillas independientes, a pesar de ser la corriente más joven.