Babilonia-Churubusco, de Nelson Carro, en el Palacio de Bellas Artes
Presentaron libro-homenaje sobre la vida y trayectoria de Alfredo Ripstein
"Este libro es un gozo de cine, de chisme sabroso", dice Marina Stavenhagen
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La gráfica es la portada del libro Babilonia-Churubusco, en la que aparece el productor en la azotea de un edificio sobre la avenida Juárez.
El martes pasado, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, se presentó Churubusco Babilonia, registro de 70 años de una vida dedicada al cine, libro-homenaje de un impulsor de la filmografía mexicana (en su haber se pueden citar más de cien películas): Alfredo Ripstein, fallecido hace tres meses. Escrita por Nelson Carro, la obra está publicado bajo el sello de Ediciones El Milagro.
"Este libro es un gozo de cine, de chisme sabroso, de memoria prodigiosa", expresó la directora del Instituo Mexicano de Cinematografía, Marina Stavenhagen.
El crítico de cine Leonardo García Tsao expuso: "hace un mes dedicamos un homenaje a don Alfredo en la Cineteca Nacional y en ese momento nos pudimos dar cuenta de que fue un hombre afortunado. Leyendo el libro confirmé que disfrutó mucho su trabajo. Hizo y filmó lo que quiso. Su trayectoria es única en el cine mexicano, fue un productor centrado e impulsor de actores como Marga López, Pedro Infante y Gastón Santos.
"Supo cambiar y volverse un productor de cine de autor. Su vida fue muy privilegiada. En el prólogo, el propio Nelson señala que el título es un poco engañoso. Es un libro muy celebratorio; pocos se dedican a un productor".
Tomó la palabra el director Jorge Fons, quien manifestó su alegría por recordar "a don Alfredo en la presentación de uno de sus libros que van a salir, porque son necesarios muchos otros, para que contengan tantas cosas de lo que él significa. Trabajamos juntos en dos obras. Antes de eso lo conocí cuando acompañé a Arturo --Ripstein-, cuando preparaba Los recuerdos del porvenir. El y yo tuvimos una relación a partir del cariño... nos estimamos mutuamente.
"Como productor, yo sentía una gran protección detrás de mis espaldas. Sentía que todos mis blancos que yo no veía al participar en la dirección, él los cubría perfectamente".
Su nieto Daniel Birman le agradeció el haberle legado la capacidad de llorar por cualquier cosa. Carro señaló que "Alfredo Ripstein estuvo ligado al cine desde el inicio de los años 40, cuando de manera accidental comenzó su carrera como productor. Intervino en más de un centenar, entre ellas, El zorro de Jalisco y El crimen del padre Amaro". Citó nombres de actores del cine nacional que le deben mucho a Ripstein, como Pedro Infante, Sara García, Joaquín Pardavé, Pedro Armendáriz, María Félix y Arturo de Córdova, y las estrellas del cine actual, como Salma Hayek, Gael García Bernal, Bruno Bichir, Daniel Jiménez Cacho.
Lo mismo "viejos directores, como Julián Soler, René Cardona, El Gato Galindo, Carlos Carrera, pasando por su hijo Arturo Ripstein, Jorge Fons o José Estrada".