La pulpa se enriqueció; aspecto y tamaño, los mismos
Tomates transgénicos en EU, con más ácido fólico que los naturales
Washington, 14 de marzo. Investigadores estadunidenses produjeron un tomate genéticamente modificado que contiene hasta 25 veces más ácido fólico que los naturales, según un informe publicado por los genetistas en la revista Proceedings online, de la Academia de Ciencias de Estados Unidos.
Con uno o dos de estos tomates podrían cubrirse las necesidades diarias de un adulto. La deficiencia de ácido fólico durante el embarazo puede producir malformaciones en el embrión. También en el caso de enfermedades cardiovasculares es importante una provisión suficiente de esta vitamina.
Unión de sustancias
El ácido fólico es la unión de tres distintas sustancias: pteridina, ácido p-amino benzoico y ácido glutámico. Rocío Díaz de la Garza, Jesse Gregory y Andrew Hanson, de la Universidad de Florida, en Gainesville, modificaron primero una información genética del tomate de tal forma que en las células se formó 140 veces más pteridina. En consecuencia, se duplicó la cantidad de ácido fólico.
Como segundo paso, los científicos modificaron el material genético importante para la formación del ácido p-amino benzoico. Los frutos de laboratorio formaron 19 veces más de esa sustancia. Finalmente los investigadores combinaron las dos líneas de tomates modificados, lo que dio como resultado hasta 25 veces más ácido fólico, en promedio 840 microgramos por cada cien gramos de pulpa.
Según el estudio, el aspecto y el tamaño de los tomates no cambiaron.
La estructura del ácido fólico en los frutos modificados genéticamente se asemeja a la de los naturales, según los científicos. Sin embargo, aún no queda claro si la mayor cantidad de sustancias básicas del ácido fólico de los tomates producidos en el laboratorio influye en las personas y cómo lo hace.
Vitamina sensible al calor y a la luz
El ácido fólico es una vitamina sensible al calor y a la luz. Se encuentra sobre todo en el hígado, los productos de grano entero, las verduras de hoja, la yema del huevo y las nueces. En Estados Unidos y Canadá se agrega ácido fólico a la harina. La provisión de la vitamina mejoró por ello considerablemente en estos países. Se recomienda una dosis diaria de 400 microgramos.
Un grupo de científicos holandeses informó a principios de este 2007, en la revista médica británica The Lancet (tomo 369, pág. 208), que la ingesta regular de ácido fólico en personas mayores puede mejorar el rendimiento del cerebro.